La imagen es muy poderosa, y más allá de sólo hacerlo sentir bien con la belleza exterior, también dice mucho de cómo es cada persona, ya que ayuda a elevar las emociones. Esta técnica se llama vestirse para renacer, y su objetivo es lograr identificar vivencias pasadas, para entender cómo estas se relacionan con nuestra ropa y analizar la manera en cómo podemos cambiar esta conducta.
Ante esto, la experta en imagen, Luigina Campos, explica que la ropa tiene un poder sin igual; y la persona sin darse cuenta podría estar usando ropa que le recuerda eventos tristes, haciéndola pensar en frustraciones o sueños no alcanzados; ya que en las prendas están adheridos muchos sentimientos; y es por eso están en el guardarropa, porque fueron adquiridas por medio de un estímulo.
“Determinar porqué adquirí ciertas prendas o qué siento cuando me las pongo, nos ayudará a descubrirnos, o bien a determinar en qué momento me perdí. En ocasiones las personas no conocen quiénes son, y recordar cómo eran durante su infancia les permitirá recordar características hermosas que podrían haber perdido en la edad adulta por heridas emocionales que hayan tenido, y en definitiva solo hay victoria a través de autoconocimiento”, agrega Campos.
Es por ello, que cuando una persona viste para renacer, su esencia se apodera de la ropa, y no al contrario y es esa esencia precisamente la que le da la vida a esa prenda; y empieza a sentirse plena por fin, sin complejos, sin miedos, sin tratar de ser nadie más. No hay más seguridad que ponerse algo y que transmita esa energía que proviene de esa química entre la prenda y la persona.
Cuando una persona decide vestir con propósito logrará ver la vida diferente, darse el valor que tiene; y cuando eso sucede la persona es más capaces de conquistar el mundo.
Campos indica que “aceptarse tal cual se es y escoger la ropa que transmita su verdadera esencia vuelve a la persona no solo auténtica, sino que también le quita los complejos, le ayuda a vencer las inseguridades y a amarse desde los pies hasta la cabeza; y solo quien se ama a sí mismo es capaz de amar a los demás”.
Asimismo, las prendas pueden hacer sentir distintos sentimientos a las personas, ya que pueden generar estímulos positivos como negativos; entonces las prendas se deben de ver como una herramienta para estimular el cerebro.
Además, durante la etapa de la cuarentena es usual ver a personas en pijamas todo el día, o usando ropa muy cómoda, pero pueden generar estímulos al cerebro de muchísima relajación o incluso depresión. Es, por esto, que en este tiempo busquemos aquellas prendas que nos hagan sentir felices, contentos, con esperanza y con aquel color, que nos recuerde un evento hermoso de nuestra de vida, para que el cerebro reciba ese estimulo positivo y nos eleve el ánimo.
Precisamente, por esto es que la experta enfatiza enque la imagen es poder, y todo nace del interior. Por fuera se expone a lo que llevamos por dentro. Cuando eso que se expone es felicidad, las cosas empiezan a cambiar desde el interior hacia afuera y las personas empiezan a ver todo de otro color.
“Dentro de los principales beneficios se puede mencionar que el volverse a encontrar es como tener alas y empezar a volar… en ocasiones las personas viven encerradas en ideas falsas, en perseguir imágenes que no son compatibles con si misma. El entender que no hay esencia igual, que cada una es única y trabajar con base en esas características que amamos (buenas o malas) las hará sentirse plenas y andar por el mundo como si fuese una pasarela. Alcanzaran la seguridad, no tendrán miedos, y aprenderán a sonreír con el alma”, concluyó Campos.
Para ampliar sobre esta importante práctica, Campos va a realizar un taller “Vístase para renacer”, en donde explicará cómo enfrentar sus miedos e inseguridades a través del reconocimiento de la esencia de cada persona. El taller se realizará el próximo 30 de abril y para más información puede ingresar a https://luiginacampos.com/cursos-en-linea-2/ o visitar sus redes Luigina Campos Asesora de Imagen.
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