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El impacto negativo que generó la pandemia en los negocios del país, especialmente las pymes y emprendimientos, provocó que se analizara e innovara en formas de contrarrestar esta situación. De allí, muchas empresas echaron mano a alianzas comerciales o encadenamientos que les permitieran apalancarse y superar la crisis.
Uno de estos caso fue el que desarrolló el hotel Casa Turire, en Turrialba, junto con diversos emprendimientos y pymes.
Jana Daigle, gerente general de Casa Turire, explicó que, como a todos los comercios, los cierres por pandemia para evitar contagios, les afectó a nivel de visitación. No obstante, lograron aprovechar los momentos de reaperturas en época de los cierres por pandemia para atraer turismo nacional a sus instalaciones.
La positiva respuesta por parte de los turistas dijo, provocaron altas tasas de ocupación en sus instalaciones. Ello, provocó que además de sus propias operaciones, se enfocaran también en ayudar a otros emprendedores y pequeñas empresas de la zona. Para ello, desde el hotel iniciaron a desarrollar estrategias de encadenamientos con emprendimientos en donde estos pudieran utilizar sus instalaciones para realizar ferias de emprendedores y exponer sus productos a los visitantes del hotel.
“La idea es que los turistas no vean a Turrialba solamente como un destino de aventura, sino que también puedan apreciar y disfrutar toda la parte cultural. Esto mediante dar a conocer todos esos proyectos que han nacido durante la pandemia. O que se han ido incursionando dentro del sector Turismo y que necesitan espacios para tener ese empuje”, afirmó Daigle.
Según explicó la gerente general, los primeros acercamientos se realizaron con proveedores del hotel. Posteriormente, iniciaron a buscar nuevas opciones de emprendimientos que también pudieran aprovechar estos espacios de exposición.
Uno de estos emprendimientos es Carpintería EMP Arte Creativo. Su fundador es Elmer Mora Pereira. Este negocio se dedica a la elaboración de muebles y artesanía en madera. Nació a raíz del despido que sufrió su fundador tras el cierre de la antigua fábrica de pelotas de béisbol en Turrialba.
“Mi papá tenía mucha experiencia en la carpintería. A mí me gustaba, entonces tomé la decisión de empezar en este oficio. Poco a poco fui aprendiendo nuevas técnicas, y con apoyo el negocio fue creciendo por recomendaciones de clientes. Hace siete años logré una buena estabilidad gracias a la calidad de trabajos que logramos entregar”, mencionó Pereira
Añadió que la pandemia fue un punto de quiebre para su negocio; sin embargo, algunos clientes se mantenían comprándoles, lo que les permitió mantener su emprendimiento a flote.
“Por ejemplo, ferias de emprendimientos y encadenamientos como los que facilita Casa Turire, son muy importante para nosotros. Ello porque nos permite darnos a conocer, no solo de forma local sino a nivel internacional, por los turistas que llegan a sus instalaciones. El hotel tiene muchos visitantes de diversos países, a los cuales les gusta mucho la artesanía costarricense”, mencionó Pereira.
Otro de los emprendimientos beneficiados por estos encadenamientos es Green Harmony, especializada en la venta de suculentas y diferentes plantas ornamentales. Su fundadora es Ligia Salazar Brenes.
En su caso, cuenta, inició su negocio hace cinco años gracias a su pasión por las suculentas, hasta llegar a tener un vivero completo de ellas.
“Buscamos innovar, no nos enfocamos solo, por ejemplo, en la maceta tradicional. Sino que creamos diseños originales. Esto ha gustado mucho y un ejemplo es el acogimiento que nos ha dado el hotel casa Turire después de la pandemia. Sin duda, alianzas y encadenamientos como este definitivamente logran ayudar muchísimo a los emprendimientos pequeños a lograr darse a conocer”, mencionó Salazar.
Agregó que el caso de Green Harmony, van al hotel todos los fines de semana a presentar sus productos.
Similar es el caso del emprendimiento La Bodeguita MLL. Este se dedica a la elaboración de productos personalizados para regalos mediante corte y grabado láser, así como en material acrílico, entre otros productos.
Mariana Navarro, explicó que la Bodeguita MLL nació en pandemia, actualmente lleva dos años de operar. “El corazón de todo era el vino. Nacimos vendiendo vino. No obstante, hicimos un proceso de transformación en donde adquirimos el equipo láser para iniciar a ofrecer los productos para regalos y grabado, tanto regalos personales como corporativos, pero sin dejar nuestra esencia, que es el vino. Por ello, ofrecemos muchos productos personalizados pensados para los amantes del vino. El equipo nos ha dado mucha versatilidad para todos los productos que podemos hacer personalizados, por lo que amarramos todos los elementos que tenemos”, afirmó.
Añadió que, además, en estos dos años han logrado apoyarse en encadenamientos, como el logrado con el hotel Casa Turire. “Es muy valioso porque ellos no solo nos dan la oportunidad de asistir a las ferias de emprendimientos que realizan. Sino que también los hemos apoyado con regalos para sus clientes y colaboradores. Este tipo de exposición es muy valiosa porque, en nuestro caso, no tenemos tienda física, entonces estas ferias son una vitrina para mostrar nuestros productos. Así también manejamos otras alianzas y encadenamientos”, agregó Navarro.
Otro de los negocios que participan en los encadenamientos con Casa Turire es Importadora Jorgran, distribuidora de vino. Este negocio, contó Luis Sanabria, asesor comercial de la empresa, nació hace 19 años debido a la iniciativa de un abogado penalista que viajó a Argentina a estudiar. Allí conoció una bodega y empezó a traer a Costa Rica vino para consumo propio. Allí observó un nicho de mercado que podía aprovechar y comenzó a importar vino para distribuir en el país.
Ahora, la compañía representa a 150 etiquetas de bodegas de 5 países, como España, Italia, Francia, Argentina y Chile. En estos años, la distribuidora se ha enfocado en surtir hoteles y restaurantes como nicho de mercado. Así como brindar asesorías comerciales y técnicas mediante una somelier ejecutiva.
“Para nosotros, la pandemia tuvo un antes y un después. La pandemia nos permitió darnos a conocer un poco más. Las personas se dieron a la tarea de aprender sobre el tema del vino mediante catas virtuales. Esto debido a que, en muchos casos, había más tiempo para hacerlo. También, los restaurantes que pudieron tener abierto en determinados momentos trabajaron con nosotros. Todo esto nos permitió posicionarnos de mejor forma en el mercado”, recordó Sanabria.
Agregó que los encadenamientos logrados con sus clientes han sido muy positivos. Sanabria, mencionó que, si hay algo importante en el mundo del vino, es que el restaurantero y el hotelero sientan un respaldo, acompañamiento y asesoría por parte de sus proveedores, y este tipo de alianzas comerciales facilitan todo este tipo de acciones. “Si un hotel o restaurante nos da la oportunidad de estar presentes en sus actividades, allí vamos a estar. Esto porque permiten realmente que las personas que los visitan conozcan bastante bien a una marca, lo que paralelamente, permite un crecimiento importante”.
Finalmente, Aldo Sánchez, cofundador del emprendimiento Nortico Cacao Farm, resaltó también los encadenamientos de la zona que impulsan los negocios rurales.
En su caso, su empresa es una combinación de producción sostenible de cacao, elaboración de chocolate artesanal, y turismo ecológico, explicó Sánchez.
Comentó que su negocio inició porque “fui investigador de cacao en el Catie durante casi 13 años. En esa institución conocí a mi esposa que es noruega. Ambos creamos Nortico porque sabemos el potencial y la necesidad que tenemos de vincular a más agricultores en el cultivo de cacao, Tuve experiencia en el desarrollo de nuevas variedades de cacao, después me dediqué más a la consultoría para empresas europeas. Por su parte, mi esposa, tiene mucha experiencia en la parte turística, y fue fácil decidir tener un emprendimiento en donde combináramos las experiencias de cada uno”.
Comentó que realizan un amplio trabajo en la selección de variedades de cacao. Actualmente trabajan con ocho variedades seleccionadas. Dentro de su proceso aplican un sistema conocido como Agroforestal. En él, se crea un corredor biológico a través de la plantación. Esto, explicó Sánchez, incrementa la productividad, pero también la parte de biodiversidad.
El cofundador de Nortico, mencionó que el negocio inició hace dos años, en plena pandemia. Sin embargo, esto les permitió tener una fase de aprendizaje sin estar tan acelerado el mundo, como señala.
“Si bien es cierto hay menos movimiento y flujo de efectivo, ha habido un proceso de enseñanza y aprendizaje que hemos venido realizando muy bien. Esto nos ha permitido ir realizando alianzas y encadenamientos con agencias de turismo y hoteles como Casa Turire. Esta línea nos encanta, ya que vemos cómo se van desarrollando esos complementos, alianzas y encadenamientos estratégicos. Los cuales puedan proyectar una zona tan linda como Turrialba”, concluyó Sánchez.
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