Como una Cultura de Ahorro ayuda a lograr los objetivos financieros de mediano y largo plazo

Lectura:

Juan Carlos Garreta

Por: Ing Juan Carlos Garreta, MBA – jcgarreta@rgintadvisors.com; jgarret98@gmail.com

Hace unos días me enteré de la pérdida de un celular por parte de un trabajador, el cual lo había adquirido a crédito en una tienda de electrodomésticos (que al final es una pequeña financiera), cuyo monto de interés es relativamente alto con respecto a otros productos del mercado. Esta persona decidió adquirir uno nuevo ya que recién salió de la deuda del teléfono perdido, y su comentario fue que al final del período pagó casi el doble por su teléfono.

Si dejamos la necesidad de tener el bien (teléfono en este caso) de manera inmediata, y asumimos que esta persona pudo haber ahorrado el monto de su mensualidad desde hace unos meses, es probable que en la mitad del tiempo haya tenido los suficiente para comprar su teléfono al contado, ganándose los intereses de su ahorro y pagando mucho menos por el bien (incluso con poder de hacer una oferta de contado). Asimismo, de haber mantenido el ahorro por el mismo período del crédito, podría no solo tener su teléfono a mejor precio, sino también tener un pequeño remanente de capital o ahorro.

Pues bien, esa es la filosofía del ahorro. Por medio del mismo podemos acumular dinero, ganar intereses, hacer crecer el capital y tener acceso a los productos que ocupamos, con posibilidad de poder negociar y obtener mejores precios sin recurrir a la deuda.  Además el ahorro bien invertido en un futuro se convierte en una fuente de ingreso pasivo que puede ser un complemento o incluso su principal fuente de ingreso futuro.

Por el contrario, en la cultura de gasto tenemos una visión de muy corto plazo y a veces pagamos más por créditos e intereses para lograr nuestros “objetivos de vida”. He visto como la gente se endeuda para teléfonos, viajes, ropa, automóviles, y en algunos casos, hasta para llenar la despensa de la próxima semana, utilizando mecanismos que son muy caros, tales como los ofrecidos por estas tiendas de electrodomésticos o bien tarjetas de crédito.

Algunos podrían pensar que la posibilidad del ahorro depende del poder adquisitivo, lo cual no necesariamente es cierto, dado que si el poder adquisitivo aumenta, de la misma manera aumenta el nivel de vida y por tanto los gastos, resultando en individuos con alto poder adquisitivo quejándose de que el dinero no les alcanza, o bien adquiriendo deudas para obtener bienes según su nuevo estatus.

Por esto es muy importante lograr conocer objetivamente nuestra posición financiera y entender no solo de donde vienen mis ingresos, sino también en qué estoy gastando. El revisar esa posición financiera con alguien que pueda darte una visión imparcial, ayudara a entender no solo la posibilidad de ahorro, sino también la cantidad disponible para tal fin.

Termino con una frase de Warren Buffett, «no ahorres lo que te queda después de gastar, gasta lo que te queda después de ahorrar»

Anímese al ahorro…en el futuro escribiré sobre los elementos a considerar al seleccionar un buen instrumento financiero para tal fin.

*El autor es Asesor Financiero Independiente y Consultor de Negocios.

1 Comment

  • Buenas tardes Juan Carlos.

    Según tu experiencia, en qué se puede invertir capital aquí en Costa Rica. Estoy buscando oportunidades pero siento que no hay muchas opciones en nuestro país. Quedo atento a tus comentarios y sugerencias.

Dejar comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Suscríbase a nuestro boletín para mantenerse informado.