El contrabando de bebidas alcohólicas se ha vuelto en los últimos años uno de los principales problemas en los países latinoamericanos.
De acuerdo con un estudio de la firma Euromonitor International presentado el año anterior, el 60% de las bebidas alcohólicas que se consumen en el país son ilegales.
El informe agrega que entre el 2014 y el 2017, la venta de bebidas ilegales aumentó de un 18,7% a un 20,5% en ese período.
Pero, ¿por qué estas cifras continúan en aumento?
De acuerdo con Jorge Correa, abogado del bufete Creel de México y expositor en el 5° Encuentro de la Alianza Latinoamericana Anticontrabando (ALAC), organizado por la Cámara de Comercio de Costa Rica y que se realiza en Costa Rica, explicó que hay varios factores que influyen en el comercio ilícito.
Por ejemplo, señaló el abogado, el no tener suficientes inspectores en la administración tributaria, es un factor importante. Otros tienen que ver con las altas tasas de los impuestos.
“Existe experiencia internacional que muestra que, a partir de cierto punto en que aumentas las tasas, la recaudación baja y fomenta el contrabando”, explicó.
Además, Correa comentó que hay temas como la impunidad, específicamente que no haya o no se conozcan las sanciones que les dan a las personas causantes del contrabando, que también son causantes muy poderosos de contrabando.
“Que exista impunidad causa que no haya percepción de riesgo. La gente no ve efectos negativos en cometer contrabando u otros delitos y, por tanto, eso aumenta el contrabando”, afirmó el experto.
Agregó que “si a esto se le suma el costo de la formalidad para los empresarios y que normalmente las autoridades no implementan campañas de información para la población, todos son elementos que se conjugan para que el contrabando continúe dándose”.
El contrabando de licor genera repercusiones en tres grupos principales, de acuerdo con Correa.
El primero es el Gobierno, que sufre un impacto negativo en la recaudación de impuestos. Un segundo grupo es la iniciativa privada, que sufre una competencia desleal. El tercer grupo es la población en general, porque en muchas ocasiones el contrabando está asociado a temas de adulteración, lo que trae consigo problemas de salud pública.
Además, la ciudadanía también se ve afectada de forma indirecta cuando el gobierno deja de percibir la recaudación de impuestos de estos productos, porque ese dinero no se ve relejado en los programas del gobierno.
Para el abogado mexicano, el conocer qué iniciativas han implementado otros países y les ha dado resultado, ayuda a que se repliquen y ayudan a reducir el contrabando en la región.
Por ejemplo, Correa comentó que el mecanismo de diálogo permanente entre el sector público y el privado implementado en Costa Rica puede dar frutos muy positivos en materia de lucha contra el contrabando, ya que logra reunir a todos los sectores.
“Esta cuestión de dialogar entre los sectores y que el sector público no funcione como silos, sino que estén todos los involucrados en la misma mesa, permite poner los temas sobre la mesa e ir avanzando poco a poco”, comentó Correa.
Agregó que hay otros países que han trabajado en otros temas como certificado del fabricante, mejorar la trazabilidad del fabricante, reducir el número de aduanas en las que puede importarse bebidas alcohólicas, son alternativas que han funcionado también.
“Estas iniciativas también son muy importantes”, concluyó Correa.
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