Inicia diciembre y con él, la época en la cual las personas reciben ingresos adicionales, como aguinaldo, ahorros navideños y dividendos, entre otros.
Comprar regalos, pagar el marchamo, agendar paseos y cenas navideñas con los amigos suelen ser los gastos más comunes en esta época. Sin embargo, es importante siempre tener en mente un manejo adecuado de dichos ingresos adicionales para que estos no desaparezcan sin darnos cuenta.
José Paulo Martínez, gerente de Innovación y Producto de Cafsa, señaló que para lograr un manejo inteligente del dinero a fin de año, es fundamental elaborar un presupuesto. Allí, se debe incluir tanto los ingresos adicionales, como los gastos que no son fijos. Como regalos, paseos, salidas y otros.
“Esto le permitirá tener una visión general de sus finanzas y detectar fugas de dinero”, afirma Martínez.
Además, agrega, durante el proceso del presupuesto se debe realizar una priorización de sus gastos.
“Por ejemplo, lo primero siempre debe ser cancelar los créditos o ponerlos al día si tiene algún retraso. Una vez que establezca la lista, podrá establecer el monto para necesidades secundarias como regalos o salidas a comer”, considera el experto.
También, con el fin de anticipar eventualidades, recomendó reservar un porcentaje del aguinaldo. El cual va entre un 10% al 15%.
Otro elemento para tomar en cuenta es comparar precios a la hora de ir de compras. Así como evitar los impulsos. Para Martínez, es ideal caminar, analizar precios en varios comercios y una vez que vaya a realizar la compra preguntarse si realmente lo necesita y si está contemplado dentro del presupuesto navideño.
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Kimberly Quesada, jefa del programa de Asesoría Financiera de Coopenae, señaló que es muy importante, además, verificar si lo que va a comprar realmente lo necesita.
“Esta es una regla algo viejita, pero siempre es muy válida. No todo lo que están anunciando es lo que usted necesita. Esto aunque la publicidad nos diga lo contrario. Es una buena costumbre financiera revisar la necesidad de comprar esto o lo otro, ya que, aquello que no se necesita, aunque esté en promoción, es caro”, afirma la especialista.
Además, Quesada señaló que las personas deben intentar cambiar sus paradigmas sobre el uso del dinero, principalmente los ingresos adicionales. Es decir, cambiar los verbos “comprar” y “gastar”, por “pagar” e “invertir».
“No es buena idea comprar productos o servicios adicionales cuando se tienen deudas anteriores. Pagar lo que se debe no solo es una obligación, también es una buena estrategia financiera. La cual permite mejorar los números de la economía personal y familiar. ¿Por qué esa “compra inteligente de temporada” no puede ser una “inversión inteligente de temporada”? Comenzar a pensar como inversionista, no importa si la cantidad de dinero es pequeña, es una muy buena estrategia a largo plazo”, concluyó Quesada.
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