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El sector turístico nacional está enfrentando una crisis sin precedentes ante el panorama de que el ingreso de turistas sea prácticamente nulo a partir de la decisión, por primera vez en la historia del país, de cerrar las fronteras, como parte de las medidas sanitarias para controlar la propagación del COVID-19 en el país.
La Cámara Nacional de Turismo (Canatur) manifestó que esto ya provocó el cierre de algunos negocios y prevé nuevos cierres, con el consecuente despido masivo de trabajadores.
Ante esta situación, la Cámara se reunirá mañana con representantes del Gobierno para buscar soluciones con el fin de evitar el peor escenario.
“Somos conscientes de la necesidad de esta medida sanitaria, lo que sucede con ella, es que la demanda será igual a cero, esto significa que los ingresos serán nulos y lo que hace imposible mantener en operación cualquier negocio”, explicó el presidente de Canatur, Rubén Acón.
“Nuestra petición al Gobierno es que readecue las medidas de apoyo con medidas extraordinarias que sean consistentes con el nivel de afectación que representa esta decisión”, manifestó, Acón.
El turismo es el principal motor de desarrollo del país, emplea a más de 211 mil personas, de forma directa y unas 600 mil personas si se consideran los empleos indirectos. El año anterior generó más de $4000 millones por concepto de divisas, lo que representa el 8% del PIB y lo posiciona como el principal generador del país.
La situación del sector se ha venido deteriorando de forma acelerada en todos sus segmentos en las últimas horas. Por ejemplo, las líneas aéreas reportan una caída de un 75% en las reservaciones futuras. Por su parte la Cámara Costarricense de Hoteles indicó que la cancelación de reservaciones aumentó en un 600% durante el último fin de semana.
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