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La economía nacional se ha destacado por un crecimiento sostenido en la producción, acompañado por una caída en las tasas de desempleo y subempleo. No obstante, la ocupación y la participación laboral también han disminuido. Esta tendencia, que refleja una recuperación cíclica relativamente más lenta en el empleo agregado, concuerda con patrones observados en Latinoamérica.
Así lo concluyó el Banco Central de Costa Rica (BCCR) mediante un reciente análisis de mercado laboral del país, con diversos datos estadísticos. Entre ellos, de la Encuesta Continua de Empleo (ECE) del INEC.
El BCCR explicó que, según la ECE, uno de los factores principales que explica una reducción en la tasa de desempleo, desconectada de la ocupación, es la participación laboral de segmentos específicos del mercado de trabajo. Tanto el grupo joven (15-24 años) como el de mayor edad (60 años o más) muestran una contracción en su decisión de incorporarse a la fuerza de trabajo. El segmento de menor edad alega motivos personales. Por ejemplo, estudio y viaje. Mientras que el segmento de mayor edad menciona razones vinculadas a la vejez. Asimismo, se documenta que la participación laboral femenina es relativamente más baja en Costa Rica que en el resto de la OCDE, y sus decisiones de vincularse al mercado laboral están mayoritariamente relacionadas con obligaciones familiares.
En relación con la ocupación, se observan dinámicas heterogéneas. La población empleada que típicamente está más vinculada al mercado laboral (25-59 años), ha mantenido un comportamiento coherente con los promedios históricos registrados desde 2010. De manera simultánea, el promedio de horas trabajadas efectivas subió de manera importante. No solo la persona promedio empleada informa más horas efectivas de trabajo. Sino que también aumentaron aquellas que trabajan más de 40 horas. Esto guarda concordancia con la caída del subempleo.
El BCCR agrega que, al igual que otras economías en desarrollo, Costa Rica enfrenta importantes desafíos para asegurar un mercado laboral eficiente. Además de dinámico e inclusivo. En este sentido, el contexto internacional que caracterizó el año 2023, marcado por crisis geopolíticas y los esfuerzos por controlar la inflación en el mundo, representó una limitación para la generación de empleo. Adicionalmente, los cambios tecnológicos y demográficos, los patrones migratorios, así como elementos estructurales, presentan retos para la formulación de políticas públicas.
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