Como un salto de fe: así recuerda Karla Guerrero, socia fundadora del restaurante El Patacón Cevichero, los inicios de este negocio, que se ha convertido en unos de los más populares de Garabito, en el Pacífico costarricense, gracias a sus innovadores platillos que resaltan la gastronomía costeña, a base de patacón.
Y es que la creación de este concepto, que nació en febrero del 2015 no fue nada fácil.
“Como muchos emprendedores, mi esposo, Hugo Alpizar y yo, comenzamos con este negocio en un momento de crisis económica. Estábamos sin trabajo, él había tenido un accidente que lo mantenía enyesado y teníamos un hijo pequeño, por lo que aprovechamos la experiencia que teníamos en la parte de administración de alimentos y bebidas, y nuestra pasión por la comida, para crear el Patacón Cevichero, un negocio que pasó de ser un sueño, a convertirse en parte de la gran cultura gastronómica que tenemos en las costas costarricenses”, explicó Guerrero.
Así, el restaurante, que comenzó en la casa de sus mismos dueños y hoy está ubicado en su propio local en Quebrada Ganado, logró conquistar el corazón y el estómago de turistas nacionales y extranjeros, gracias a su apuesta por mezclar un platillo tradicional del Caribe costarricense, como lo es el patacón, con los mariscos frescos y la sazón del Pacífico, creando además, presentaciones y formas nuevas de comerlo.
“Desde el inicio, teníamos personas que viajaban de lejos para venir a comerse el patacón y sabíamos que la combinación entre este y el ceviche era perfecta, lo cual nos ayudó mucho a impulsarnos como un restaurante con una oferta diferente e innovadora en la zona”, agregó.
Dentro de su menú actual, el Patacón Cevichero ofrece diferentes maneras de comer el patacón con ceviche pero, también, han encontrado nuevas formas de sorprender el paladar de sus comensales con pizzas de patacón, postres a base de patacón, entre otros.
“Somos un restaurante 100% familiar, donde ofrecemos productos frescos de la zona y damos un lugar primordial a la atención de nuestros clientes. Desde el principio, decidimos diferenciarnos de la forma tradicional de comer patacón y salirnos de los esquemas al prepararlo de forma diferente. El resultado: un delgado y crujiente patacón en formas y presentaciones distintas, listo para explotar en el paladar de quienes gusten probar un platillo casi perfecto”, afirmó Hugo Alpizar, socio fundador del Patacón Cevichero.
Además, el fundador, expresó que, a pesar de las dificultades que enfrentaron al inicio como emprendedores, se han beneficiado del desarrollo que ha tenido recientemente el cantón como destino turístico y se sienten muy orgullosos de haber consolidado un proyecto innovador, 100% tico.
“Todos los inicios de un negocio son difíciles y nosotros teníamos mucho en contra: no teníamos un capital inicial para invertir (una amiga nos prestó 100 mil colones para comprar la primera freidora y arrancar); mi esposo estaba lesionado y yo padezco de epilepsia, pero, a pesar de todas estas adversidades, la buena respuesta de la gente a este producto tan innovador hizo que creyéramos en la idea y que con muchos sacrificios, seamos hoy una marca consolidada y creada en un 100% por costarricenses”, señaló.
Agregó, igualmente que, “para nosotros ha sido muy importante el desarrollo que ha tenido Garabito como cantón y todos los esfuerzos que la Municipalidad y la Cámara de Turismo y Comercio Sostenible han hecho para que turistas nacionales y extranjeros sepan que Garabito es más que playa, y que somos un excelente destino de buena comida”.
En el largo plazo, el Patacón Cevichero proyecta seguir creciendo y sus fundadores esperan poder expandir esta marca, invitando a inversionistas interesados en todo el país para que desarrollen en una modalidad de franquiciado, restaurantes en otras zonas.
“Todo mundo se muere por probar la pizza de patacón o el helado con patacón, por lo que, invitamos a cualquier inversionista a que se una a esta expansión y vea el potencial que tiene esta marca, que nació de una idea 100% costarricense”, finalizó.
El Patacón Cevichero está ubicado en Quebrada Ganado, sobre Ruta 34, exactamente 150 metros al norte del puente sobre el Río Agujas.
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