Conflictos que tardan años en solucionarse, altos honorarios legales, procesos largos, recuperación financiera lenta, son parte de los procesos comunes que pasan las personas para resolver conflictos comerciales, sin embargo, en nuestro país se cuenta con herramientas que permiten que los asuntos se puedan atender de manera ágil y rápida.
La Cámara de Comercio Internacional de Costa Rica (ICC), promueve métodos como Resolución Alterna de Conflictos y Arbitraje, además de facilitar su aplicación, ya que cuenta con árbitros a disposición del público para que puedan utilizarlos en los diversos casos, esto permite dar instrumentos, ahorro de dinero, tiempo y ayuda para que los empresarios lleguen a acuerdos de la mejor manera.
“Podemos decir con orgullo que aquí el arbitraje nació y se ha desarrollado gracias al impulso y respaldo de la Corte Suprema de Justicia, que supo ver en el arbitraje una forma de ejercer justicia rápida y especializada, que beneficiaría al ciudadano. Además, no hay que olvidar que es un derecho contemplado en nuestra Constitución”, explica José Rafael Fernández, especialista de la Cámara de Comercio Internacional.
Los arbitrajes sirven al usuario no solamente por el cumplimiento del mandato de justicia pronta y cumplida, sino también porque al resolverse el caso fuera de los juzgados ordinarios desahoga la carga del Poder Judicial, con lo que el país en general se beneficia.
“Las personas enfrentan conflictos todos los días en cualquier ámbito de su vida. El conocimiento, aceptación y aplicación de la conciliación serviría para solucionar y que no escalen, cuando las mismas partes encuentran la solución es mucho más factible que cumplan lo acordado, pero conciliación no solo ante un conciliador, sino como ejercicio de la comunicación empática entre personas que lleve a la posibilidad de escuchar a otro y llegar a un arreglo del disgusto”, agrega Fernández.
Por resolución “alterna” de conflictos se entienden los mecanismos y técnicas de solucionar los problemas entre ciudadanos diferentes a los tribunales de justicia, principalmente: conciliación y arbitraje. La conciliación se lleva a cabo con un conciliador, entrenado y experimentado en técnicas de comunicación, que ayuda a las partes a buscar, ellas mismas, la solución a su conflicto. El arbitraje es un proceso legal en que quien resuelve no es un juez de la República, sino personas que son nombradas por las partes en conflicto para que tramiten el proceso y dicten una resolución final e inapelable que se llama “laudo”.
La mediación debería ser siempre el primer paso de solución de cualquier conflicto pequeño o grande. En conflictos pequeños, debería bastar con la comunicación asertiva, directa y si eso no funciona, entonces acudir a una mediación formal en un centro de mediación. En conflictos grandes como en el caso del incumplimiento de contrato, pactar en el contrato mismo ir al arbitraje si hay algún problema en el futuro, de esa manera, si se presenta la necesidad un proceso legal, estará resuelto en un año, no en diez.
Maria Claudia Jiménez, Directora General de la ICC Costa Rica, destaca las facilidades que tienen las empresas para utilizar esta herramienta. “A nivel local existen múltiples organismos donde podemos buscar la solución de conflictos sin acudir a tribunales. En el caso nuestro, está abierto no solo a socios, sino también a todo tipo de empresarios que deseen un proceso rápido y sencillo, que les evite gastos excesivos y soluciones a plazos mucho más largos”, destacó.
Nuestras Redes Sociales:
