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Por: Caro Morales – info@caromorales.com
Es por medio de tu primera impresión que el cliente decide en segundos si le das confianza y le proyectas tanta credibilidad que él sienta también la seguridad de estar con un profesional experimentado.
En un mundo tan exigente y competitivo, hay que prestar atención a cada detalle, recuerda que los tres aspectos de la imagen (apariencia, comportamiento, comunicación) combinados con tu conocimiento o experiencia se vuelven tu mejor estrategia.
Primero debes identificar en qué código de vestimenta visten generalmente tus clientes. Básicamente existen 3 opciones:
Si tus clientes visten de manera casual, por ejemplo, de playera polo y pantalón casual, entonces tú también eliges el código casual pero para cumplir la regla de vestir un 20% mejor que él eliges una camisa casual de manga larga (fajada) y usas unos zapatos de agujeta. Por estos 2 pequeños detalles acabas de elevar el liderazgo en tu vestimenta y sigues en el mismo código casual de vestimenta del cliente.
Si eres mujer, tienes 2 opciones: la primera es usar jeans y blusa casual lisa pero cambias los flats por unos tacones discretos. Observa tanto tu cliente como tú están en un código casual pero tú elevaste tu profesionalismo al no usar una polo y agregar unos zapatos distintos.
La segunda opción es cambiar la camisa polo por una blusa lisa con mangas cortas y zapatos cerradas de tacón bajo. Ambos, cliente y tú están en código casual, pero tú vistiendo un 15 a 20% mejor que él.
Si tus clientes visten de manera casual de negocios, por ejemplo, camisa de manga larga y traje sin corbata. Tú aplicas la misma regla: respetas el código de vestimenta pero elevas en un 15 a 20% tu liderazgo en la ropa. Algo tan sencillo como agregar un pañuelo, usar una camisa blanca lisa. No se trata de opacar jamás al cliente. Recuerda, la ropa no habla pero comunica sin palabras.
Si eres mujer, haces lo mismo, en vez de usar una blusa sin mangas eliges una con mangas ¾, puedes usar pantalón de vestir o falda lisa (a la rodilla). El secreto radica en seguir vistiendo el mismo código de vestimenta pero elevando un poco tu liderazgo. Ella no se ve formal, sino confiable y al mismo tiempo profesional.
Otra opción es también usar un traje sastre de saco y pantalón pero con un corte más moderno. Los zapatos deben ser cerrados pero puedes usar colores diferentes al típico color negro, a menos que desees proyectar también el mensaje de liderazgo. ¿Te das cuenta? Es como si el cliente y tú hablaran el mismo idioma a través de la ropa.
Todo aquel que desea provocar una primera impresión positiva sabe la importancia de esta regla. Si desconoces cómo viste tu cliente ahora es muy fácil averiguarlo mediante su página web, redes sociales.
Si deseas destacar de tu competencia, que sigue creyendo que debes vestir igual que tus clientes, entonces tú debes aplicar esta nueva regla y vestir un poco mejor que ellos simplemente porque eres el profesional que ofrece la solución.
Después de lograr el negocio, cerrar la venta, firmar contrato no bajes tu compromiso y sigue cuidando tu imagen. He visto a muchos que una vez que vendieron creen que ya no deben ocuparse en cuidar su imagen. Recuerda, te van a presentar en cada visita que hagas con más personal. Nunca sabes a quién te presentarán.
*La autora es Contadora, Microempresaria, consultora en imagen y directora de la Revista Changes.
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