Dedicado a la formación y educación permanente, firme en sus valores y convicciones, este apasionado del Derecho Regulatorio, conoce muy bien sus objetivos. Resultado de los esfuerzos de su madre, educadora de profesión, hoy William Villalobos, reconoce que fue gracias a ese gran ejemplo de perseverancia y esfuerzo por sacarlo adelante, que hoy puede aprovechar las oportunidades para crecer y afrontar nuevos retos.
Nacido en la provincia de Heredia hace 37 años, padre de André y Marcelo, abogado y consultor en Derecho Regulatorio, aficionado a salir a “rodar” en bicicleta junto a su hijo mayor o leer un buen libro acompañado de un “single malt”, este herediano de amplia trayectoria profesional en servicios regulados, ha destacado en el país en los últimos años por impulsar la modernización en el sector energético costarricense.
Villalobos tiene gran experiencia en servicios públicos regulados, con particular vinculación a las energías renovables y los nuevos modelos de negocio en las telecomunicaciones. Durante sus 10 años ha disfrutado asesorar tanto empresas públicas como en el ámbito de lo privado, liderando procesos de estructuración legal y regulatoria, abriendo espacio en un mercado aún poco desarrollado.
“Siempre he creído que el derecho es un apostolado, como la educación o la medicina, por ejemplo. Son profesiones en donde tenemos en nuestras manos la responsabilidad de generar valor en procura de resolver un problema. Muchas veces es el patrimonio de los clientes, en otras ocasiones su estabilidad laboral, su libertad, e, incluso, hasta la responsabilidad de contribuir con el país. Bajo esa filosofía me enamoré del derecho. Tuve la dicha de tener excelentes profesores, incluso maestros del derecho en mis estudios en el exterior que me transmitieron su dedicación, disciplina, y el hábito por la lectura. Conforme fui ejerciendo la carrera tuve claro dos cosas: primero que la rama que me gustaba era el Derecho Administrativo, y, luego, por azares de la vida, me vinculé con la Regulación Económica y el Derecho de la Energía. En el país somos muy pocos quienes nos hemos formado académicamente y dedicamos particularmente a esta especialidad”, contó Villalobos.
Desde su juventud tenía claro que quería ser abogado. “No me visualizaba siendo otra cosa que no fuera abogado. Siempre lo tuve muy claro”, dijo.
Su experiencia profesional inició como abogado asociado en el bufete Artavia & Barrantes. Posteriormente, formó parte del Departamento Legal de la Empresa de Servicios Públicos de Heredia (ESPH) destacando en el 2018 como uno los mejores 100 abogados In-house de Centroamérica según el Ranking The Legal 500. Posteriormente se convirtió en socio del bufete Hulbert Volio Montero, liderando la práctica de Derecho Público y Regulación Económica, siendo reconocido en el 2020 como “Most Influential Energy Attorney” in Costa Rica por el Ranking Adquisition International y este año 2021 como “Energy Lawyer of The Year” por el Ranking Innovation & Excellence Awards.
Villalobos combina su práctica en el bufete con funciones como director ejecutivo de la Cámara de Generación Distribuida de Costa Rica. Además es el CEO y socio fundador de CORE Regulatorio, primer firma consultora en el país especializada en la regulación de servicios públicos.
“El paso por la ESPH fue realmente provechoso; esta empresa es la única en el país que simultáneamente presta servicios de energía eléctrica, agua potable, agua residual, saneamiento ambiental y telecomunicaciones, me permitió tener una visión integral de lo que es la regulación, el servicio público y la competencia. Me permitió conocer, el ADN de un prestatario de servicios y sus necesidades. Pero también entender lo que aqueja al usuario. También tuve el privilegio de ser parte de los primeros pasos del mercado de las telecomunicaciones en Costa Rica, y ver la dinámica del mercado si se quiere ser realmente competitivo. Justo llegué cuando ESPH tenía 4 años de tener su título habilitante como operador en este sector, en un momento en que se rediseñaba la estrategia de negocios a inyectar la visión de cómo se piensa en el sector privado a una empresa pública que estaba en competencia”, recordó Villalobos.
Desde el sector privado, “era urgente atender la necesidad de los clientes de la industria eléctrica; alta especialización y promoción de nuevas oportunidades vinculadas al acceso a la tecnología resultaba ser más que una asesoría legal, había que dimensionar ese cambio paradigmático en el sector eléctrico.
“Vimos nuevas formas de prestar servicios, nuevas formas en que la energía se puede trasegar, nuevos negocios e inversión para el sector privado y los mismos prestatarios. Estamos en un momento muy dinámico. Aquí es donde nace CORE Regulatorio. Precisamente, para atender y dar una respuesta precisa en materia regulatoria gracias a un equipo multidisciplinario de amplia trayectoria, con una fuerte vinculación y entendimiento de la industria”, señaló William Villalobos.
Para Allan Benavides, gerente general de ESPH, Villalobos tiene elementos profesionales que son destacables. Entre ellos subrayó que como abogado es un profesional muy ordenado y planificador.
“Cuando trajimos a William a la empresa, lo ubicamos en un punto estratégico de nuestras operaciones. De pronto la Empresa de Servicios Públicos de Heredia se vio involucrada en las telecomunicaciones. El incursionar en esta área nos trajo muchos retos, y había que dominar el tema. William desarrolló un conocimiento tan amplío en este campo que desde el momento en que él inició con nosotros nos sentimos completamente protegidos para realizar cualquier acción de mercado”, afirmó Benavides.
Agregó que un elemento a destacar de Villalobos, además, es la capacidad argumentativa que posee.
Por su parte, Roberto Dobles, ex ministro de Ambiente, ex presidente del ICE, y ex presidente de Recope, contó que él conoció a William en una conferencia en la que participaron ambos como oradores.
“Desde esa conferencia William me pareció una persona muy competente, activa, transparente y dedicada a su profesión. Para mí, él se ha convertido en el referente actual del Derecho Regulatorio”, afirmó Dobles.
Con ellos concuerda Jan Borchgrevink, vicepresidente de la Cámara de Generación Distribuida. Para Borchgrevink, Villalobos es un profesional sumamente ejecutivo, lo que se refleja en una acertada conducción y un diligente seguimiento de los asuntos y gestiones de nuestra Cámara empresarial, afirma.
“Don William es un ejecutivo sobresaliente. Se destaca por su liderazgo acertado, su calidad profesional y humana. Tiene una capacidad para aportar constantemente en forma sustantiva y positiva a la gestión de nuestra organización. Con esta frase intento comunicar porqué vaticino que William va a llegar muy lejos en su carrera profesional, con capacidad y potencial para contribuir significativamente al desarrollo y a la mejora regulatoria del país”, afirmó Borchgrevink.
Su rol en los últimos años también ha sido de asesor técnico en el proceso de construcción de varios proyectos de Ley, como fue el de Promoción de una Economía de Hidrogeno Verde y la recién aprobada Ley para la Promoción y Regulación de los Recursos Energéticos Distribuidos de la cual fue un fuerte impulsor y defensor.
“Costa Rica tenía más de 10 años de no tener reformas en la industria eléctrica, hasta este 2021, con la aprobación de la Ley de Recursos Energéticos Distribuidos. En los últimos 3 años contribuimos a este esfuerzo. Se logró introducir medulares cambios en la cadena de valor comprendiendo la descentralización de las redes eléctricas para bien de todos. Ahora los usuarios podremos gestionar nuestro consumo eléctrico y almacenar nuestra energía, beneficios que le inyectarán mayor competitividad al país”, explica Villalobos.
Sin duda alguna fue un gran reto. El desafío del proceso fue identificar las preocupaciones de los distintos actores. Entender qué le preocupaba al Minae como rector, qué le preocupaba a la Aresep como regulador, qué le preocupaba a todas las distribuidoras, al usuario y al empresario. Una vez logrado esto, los proponentes debían consensuar 5 posturas, algunas neutras, otras muy antagónicas entre sí. Fue un proceso que nos tomó 2 años y 7 meses.
Al inicio de este proceso existían 9 iniciativas de Ley muy distintas, todas muy bien intencionadas, pero ninguna había prosperado. Recuerdo que una de las cosas que tuve que poner en la mesa de análisis fue que no se hablara de servicio público, sino de servicios económicos de interés general, una corriente que existía en Europa desde hace 20 años, pero que a Costa Rica aún no había llegado. Por primera vez se incluyó en una Ley un concepto que evolucionaba el tradicional Servicio Público.
Definitivamente este fue un proceso intenso que además nos permitió generar -para bien- vínculos mucho más estrechos, sólidos y de mucho respeto profesional con todos los actores del sector.
El Derecho Regulatorio incorpora una gama de sectores muy amplios y muy diversos. Tiene una particularidad muy interesante y es que se implica entender cómo piensa el Estado y cómo se comporta el Mercado. La regulación exige un delicado equilibrio entre la libertad e imposición de cargas para defender el mercado y asegurar, al mismo tiempo, la correcta prestación de un servicio público o de una actividad de interés general.
En mi caso, mi experiencia profesional ha estado muy vinculada a los nuevos modelos de negocio que surgen por los cambios tecnológicos vinculados a las telecomunicaciones y la energía, por ejemplo, energías renovables, generación distribuida, almacenamiento, movilidad cero emisiones e hidrógeno.
Incluso ahora que Costa Rica es miembro de la OCDE, el Derecho Regulatorio va a tener un rol muy protagónico. Esto porque se nos suma todo lo que tiene que ver con procesos de mejora regulatoria, análisis de impacto regulatorio, sandbox regulatorios, regulación responsiva, etc. En cómo generar regulación de calidad. Regulación que no constituya un peso para el usuario. Que sea flexible, adaptable, dinámica. Es decir, una regulación con propósito, para saber cuándo sí y cuando no conviene regular.
Hemos venido dando pasos importantes. Hacer cambios en los esquemas tradicionales de una visión y política regulatoria no es sencillo. Hay un sesgo ideológico que debemos superar. Sin embargo, la tecnología y la evolución de los mercados internacionales nos van a llevar a esto. Así como sucedió con el mercado de las telecomunicaciones, en algún momento deberá darse cambios significativos en el sector eléctrico, por ejemplo, más espacio a la competencia, independencia al Cence, permitir la exportación de energía a nuevos agentes, así como una revisión de todas esas Leyes, normas o directrices que actualmente son solo pesos.
¡Lo que Dios tenga a bien! Teniendo eso claro, yo espero dos cosas: primero salud para seguir trabajando, y fuerzas para disfrutar de esta profesión que me apasiona y me encanta.
Algunos amigos me decían que estaba loco por haber creado una firma consultora en medio de la pandemia. Probablemente es cierto. Sin embargo, cuando hay compromiso, pasión y mística por lo que se hace, las cosas van llegando.
Ciertamente tenemos planes de internacionalización en el mediano plazo en mercados muy identificados donde hemos estado participando y tenemos grandes aliados. Hoy, viendo en retrospectiva lo que hemos estamos logrando en muy corto tiempo, solo tengo palabras de profundo agradecimiento hacia los clientes nacionales e internacionales que han confiado en nuestra asesoría. Ese es el reflejo del valor empresarial que promulgamos. Con CORE Regulatorio lo que queremos es llegar precisamente al Core, al ADN de la empresa. Que el cliente sepa que en nosotros tiene un verdadero aliado, y lo hemos logrado.
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