Sepa cómo pasar de una idea a un plan de negocios e impulsar su empresa

Lectura:

Plan de negocios

Normalmente, durante nuestra vida, llegamos a tener múltiples ideas que pueden parecer muy buen negocio. Sin embargo, un gran porcentaje de estas no llegan a concretarse porque no se logra pasar de esa idea a un plan de negocios concreto, según los expertos.

Ante esto, ¿Cómo lograr concretizar una idea de negocio y transformarla en un plan de negocio? Para la directora de Sinapsis Consulting Group, Tanya Leiva, primero hay que diferenciar ambos términos.

La experta explicó que una idea de negocio es un concepto que surge normalmente alrededor de un producto o un servicio que puede responder a las necesidades de un grupo de personas. Y en donde además la persona puede tener una ganancia por comercializarlo o venderlo a ese grupo específico.

Por su parte, un plan de negocios es un “paso a paso” estructurado que lleva a darle forma a esa idea. Esto en términos de acciones. Es decir, la forma en que esa idea se irá materializando de forma eficiente, rentable. El plan de negocio se compone de objetivos, métricas, acciones y proyectos.

“Un plan lo que hace es darle claridad, misión, visión, una propuesta de valor clara a esa idea. Además, permite construir un modelo de negocio por medio de objetivos”, agregó Leiva.

El segundo paso, para la experta, una vez se tiene la idea de negocio, lo que sigue es probar si ella funciona. Esto antes de iniciar a crear el plan de negocio.

“Lamentablemente muchos negocios no hacen esto y los lleva al fracaso. Probar la idea nos lleva a entender si las personas perciben o no nuestro concepto de la misma manera. Además de si necesita ese producto o servicio, si les gusta o si es algo por el cual gastarían su dinero”, comentó Leiva.

Leer más: ¿Mi idea de negocio funcionará?

Validando la idea de negocio

La directora de Sinapsis Consulting Group comentó que la validación de esa idea de negocio se debe hacer mediante un proceso empírico y natural. Este es construir algo y probarlo múltiples veces para saber si funciona.

Por ejemplo, agregó, “la primera persona en el mundo que fabricó una silla con respaldo, lo que primero hizo fue construir una, sentarse en ella, y caerse. Cuando esto sucedió, analizó por qué se cayó, modifico los materiales, identificó los errores de construcción, la volvió a construir, sentarse en ella, y volverse a caer. Este proceso se realiza hasta que la silla funcione correctamente. Después la llevó donde otras personas para que se sentarán en ella y les dijeran su experiencia. Este es un proceso de prueba y error”, señaló la experta en negocios.

Añadió que este proceso consiste en crear un buen modelo, con el menor costo posible, pero lo más aproximado a la versión final que pensamos. Después, dárselo a un grupo de personas con el perfil de quién pensamos que podría comprarlo para que nos den su retroalimentación y mejorarlo.

En este punto, no se debe centrar en si el producto o servicio es bonito o feo. Sino que se debe velar por aclarar la experiencia final del consumidor. Es decir, si su uso es sencillo o complicado, qué les parece en cuanto a funcionalidad, qué tanto les ayuda, entre otros puntos. Esto permitirá tener un mejor modelo que presentaremos al mercado.

Leer más: Injerencia de los líderes es fundamental para reactivar los negocios

Iniciando con el plan de negocio

Una vez que se valida la idea, explicó Leiva, lo siguiente es iniciar a crear el modelo de negocio. Para esto, hay un modelo internacional conocido como CANVAS.

Este consiste en definir una propuesta de valor clara. En este sentido, la experta comentó que hay que tener claro que no se debe vender productos o servicios. Sino que ahora se deben vender soluciones para los problemas de los potenciales clientes.

“Una vez que se define la propuesta de valor, se deben definir los demás elementos del modelo CANVAS. Este consiste en colocar del lado derecho todo lo que tiene que ver con la relación con el cliente. Al lado izquierdo vamos a encontrar los factores internos del negocio, como procesos, recursos, alianzas estratégicas, entre otros. En la parte inferior se colocan los costos que vamos a tener, además de las finanzas e ingreso”, explicó Leiva.

La directora de Sinapsis Consulting Group comentó que el plan de negocios debe tener objetivos que sean realistas, cuantificables y una fecha de ejecución. Además que sean simples y que tengan claramente definidos para que se está creando. 

Después de definir el objetivo, se van a desprender las acciones para cumplir ese objetivo. Estas acciones a su vez deben tener un cumplimiento. Adicionalmente, los objetivos y acciones deben tener métricas establecidas en impacto y en tiempo.

Por ejemplo:

Objetivo: Aumentar las ventas de jabones artesanales en un 50% en los próximos 2 meses.

Acción: ¿Qué debo hacer para aumentar las ventas de jabones en un 50% en los próximos 2 meses? Por ejemplo, colocar los jabones en un distribuidor (supermercado).

Cumplimiento: Establecer fecha para colocar los jabones en el supermercado. Por ejemplo, a agosto del 2021 tendré, mínimo, 1 distribuidor para colocar los jabones.

Métricas: Cuantificación de las acciones y sus resultados.

Evolución del plan de negocios

Leiva señaló que el plan de negocios también debe de ir evolucionando conforme la empresa vaya avanzando en el tiempo.

En este sentido, dijo, que el plan puede variar debido a algunos elementos. Primero es por el crecimiento, estancamiento, o cambio de condiciones internas del negocio. El segundo es un factor externo, como los cambios en el mercado.

“El plan de negocios es un elemento vivo, es una herramienta de trabajo. No es un requisito, no es formalismo. El plan de negocios es un rumbo que establecemos y que ejecutamos para el bien del negocio”, afirmó Leiva.

Leer más: ¿Cómo saber si mi idea de negocio es buena?

La recomendación de la experta es hacer un plan de negocio, mínimo, cada año. Esto debido a los constantes cambios y avances de los diversos mercados.

Para esto, es muy importante establecer un seguimiento constante de la ejecución del plan y contrastarlo con los resultados obtenidos.

“La improvisación en un negocio es bastante perjudicial. Esto nos lleva a enfocarnos al día a día; es decir a vender, vender y vender. No permite ver más allá. Enfocarnos en lo importante es lo que nos hace crecer, no en lo urgente. Por eso es muy importante tener un plan de negocio, porque es lo que nos guiará y mostrará si vamos bien, cumpliendo los objetivos y creciendo”, concluyó Leiva.

Más información y noticias de NEGOCIOS aquí.

3 Comentarios

Dejar comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Suscríbase a nuestro boletín para mantenerse informado.