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La pandemia dejó una importante lección a las personas financieramente hablando. Esta es prepararse mediante ahorros para poder solventar cualquier emergencia. Para esto, existe una herramienta: el fondo de emergencia.
Hugo Villalta, director comercial de Coopeservidores, explicó que un fondo de emergencia es un ahorro de dinero, o bien, una reserva de efectivo. Este siempre está destinado para ser utilizado en una situación inesperada que puede afectar las finanzas personales o familiares.
“En general, el fondo de emergencia se usa para cubrir gastos imprevistos no planificados y que por su naturaleza no se pueden postergar. Por ejemplo, pueden usarse para cubrir gastos médicos, reparaciones o sustituciones de electrodomésticos o de equipo de cómputo no planificados. O también reparaciones del vehículo. Es decir, gastos que no se planifican, que son urgentes realizarlos y que no pueden posponer”, explicó Villalta.
El experto resaltó que es importante diferenciar un ahorro de un fondo de emergencia. Esto ya que un ahorro puede ser un fondo de emergencia, pero no todo fondo de emergencia es un ahorro. La principal diferencia está en el objetivo de cada uno.
Es decir, todo ahorro debe tener un objetivo. Por ejemplo, el ahorro para las vacaciones, marchamo, el ahorro para la compra del carro, el ahorro para navidad y ahorro para fondo de emergencias.
“En el caso del fondo de emergencia, este funciona como un ahorro que sirve de apoyo en el momento en que tengamos una emergencia real. O una situación en la que necesitemos de un auxilio económico sin tener que recurrir a un financiamiento. Además de brindar solvencia financiera, tener una reserva de efectivo para emergencias brinda muchos otros beneficios. Por esta razón es importante tener claro el propósito de nuestros ahorros y diferenciarlo de nuestro fondo de emergencia”, afirmó Villalta.
Conociendo la importancia de contar con un ahorro para emergencias, el siguiente paso es aprender a construir uno.
En este sentido, el experto de Coopeservidores comentó que el primer paso a realizar es el proceso de identificación y registro. Villalta señaló que en este punto es necesario saber en qué gastamos el dinero, cuáles son nuestros compromisos financieros y los gastos del mes.
“Por ejemplo, si durante la etapa de identificación y registro nos dimos cuenta de que gastamos ¢40 mil en actividades recreativas o comidas fuera de casa, para el siguiente mes podemos reducir a la mitad ese monto. Y minimizar ese gasto. Esta acción la podemos realizar con todos aquellos gastos variables que podemos reducir o eliminar. Y de esa forma destinar ese porcentaje de dinero para un ahorro de emergencias. Lo más importante en este punto es respetar y revisar constantemente cada acción realizada”, explicó Villalta.
Agregó que el paso siguiente es la etapa de ejecución. Esta consiste en una serie de acciones concretas para reducir gastos y contar con una mayor liquidez para nuestro fondo de emergencias. Por ejemplo, eliminar afiliaciones a plataformas digitales o alguna otra suscripción no esencial. También preparar los alimentos en casa y reducir las compras no esenciales son esfuerzos adicionales que nos permitirán cumplir más rápido nuestro objetivo.
Para desarrollar las habilidades para el ahorro, Villalta dijo que empezar por montos bajos y de preferencia que sean mediante rebajos automáticos es el primer paso.
Además, establecer una meta para ese ahorro, revisar con regularidad cómo va creciendo el fondo de emergencia, y buscar formas de premiar esos logros, son otras formas para adquirir el hábito del ahorro.
Para Villalta un punto importante es que cualquier persona puede iniciar a crear ahorro de emergencia de un mes al otro. Sin embargo, para que realmente sea efectivo se debe hacer mediante una planificación financiera.
“Es importante considerar que un fondo de emergencia no se construye de la noche a la mañana. Es necesario convertir esa práctica en un hábito y ser muy constantes”, dijo Villalta.
Por otra parte, no hay un monto mínimo recomendado para iniciar ese ahorro. Esto porque ese monto debe ser definido por cada persona de acuerdo a su propia realidad. Sin embargo, “no importa si el monto para iniciar ese fondo es pequeño. Lo verdaderamente relevante es tener claro el objetivo e ir incrementando poco a poco mi fondo de emergencia”, comentó el gerente comercial de Coopeservidores.
Agregó que el uso de una herramienta de presupuesto le permitirá tener claridad de cómo y por dónde iniciar.
Villalta además enfatizó en que si ya tiene su fondo de emergencia, pero sucedió una emergencia y tuvo que utilizar una parte de él, es necesario hacer un esfuerzo para reponer ese dinero. Esto para que siempre tenga un mínimo de dinero establecido previamente.
“También es importante definir reglas para el uso del fondo de emergencias. Ya que no todos los gastos son emergencia. Recuerde que si por una emergencia debió utilizar su fondo, lo mejor es volver a construirlo. De esta manera se asegurará de contar con la tranquilidad que necesita si a futuro se le presenta una nueva emergencia”, añadió el gerente comercial de Coopeservidores.
Adicionalmente, dijo, las pólizas o seguros pueden ser un complemento de los fondos de emergencia. Esto porque estos productos cubren a las personas en caso de que llegue a suceder una eventualidad.
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5 Comentarios
Muy buena información
Muchas gracias por la información
Totalmente «un fondo de emergencia es un ahorro de dinero, o bien, una reserva de efectivo. Este siempre está destinado para ser utilizado en una situación inesperada que puede afectar las finanzas personales o familiares»
Muy bien el tema
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