Desde hace 12 años, Grupo Q decidió contribuir en mayor medida con el medio ambiente, dejó entonces de enviar sus desechos a rellenos sanitarios y buscó nuevas alternativas.
Desde el 2008, el aceite quemado, llantas, aerosoles, textiles y cartón contaminado con aceite, plástico contaminado también con aceite y coolant son llevados a Servicios Ambientales Geocycle, ubicado en Agua Caliente de Cartago, donde pasan por un proceso conocido como co procesamiento.
Mensualmente, Grupo Q envía más de 75 toneladas de desechos mensuales a las instalaciones de Geocycle, los cuales son debidamente separados y procesados según sus características.
Este proceso permite el uso de residuos previamente acondicionados para incorporarlos en un tratamiento ya existente, en este caso en la producción de cemento, sin generación de residuos secundarios como cenizas o emisiones adicionales al ambiente.
Moisés Gutiérrez, Gerente Técnico Productos Automotrices de Grupo Q, detalló que hace más de 11 años a nivel empresarial, iniciaron una serie de reflexiones y procesos frente al tema de los residuos en el planeta, considerando que los rellenos sanitarios han sido durante mucho tiempo un problema ambiental en muchos países que están en procesos de desarrollo. De aquí surgió la decisión de cambiar el destino de sus desechos.
“Como Corporación sobre todo por el material con el que trabajamos es mucho más importante tener claros los objetivos y estar comprometidos siempre con la protección del medio ambiente”, comentó.
Datos de la compañía indican que, durante el 2018, al tratar los residuos con Geocycle, Grupo Q transformó 870 toneladas en un combustible alternativo que equivalen en CO2 a 178 litros de gasolina no consumidos a 6220 horas menos de uso de un bombillo de 100 watts
Por otro lado, 312 toneladas de aceite gestionadas por Grupo Q emiten en promedio 931 tCO2. Tratarlas a través de Geocycle evita la contaminación de más de 11 millones de m3 de agua, cantidad que equivale a abastecer el consumo de agua de 1535 personas anualmente.
El coprocesamiento para la gestión de residuos es aprobado y recomendado por el Programa de las Naciones Unidas (PNUMA) en el Convenio de Basilea. El objetivo es proteger el ambiente y la salud humana de los efectos nocivos provocados por la generación, manejo y eliminación de residuos peligrosos de manera inadecuada.
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