Jóvenes entre los 15 y 19 años de edad, encabezan la lista de intentos de suicidios en el país, asegura la Dirección de Vigilancia de la Salud, entidad adscrita al Ministerio de Salud. Datos de este mismo departamento arrojan que son las mujeres quienes reportan la tasa más alta, pues por cada 100 mil habitantes, 46 son mujeres y 29 hombres.
Datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican que el suicidio es la segunda causa de muerte en la población mundial entre 15 y 29 años, además confirma que por cada muerte, al menos 20 personas intentan quitarse la vida.
Para sensibilizar, prevenir y educar sobre este trastorno multidimensional que enluta cada vez más los hogares costarricenses, COOPESANA R.L. en su Área de Salud en Escazú ofrecerá el próximo 10 de setiembre la charla Hablemos del Suicidio en el marco del Día Mundial de la Prevención del Suicidio a partir de la 1: 30 p.m. Dicha actividad es gratuita y abierta al público.
El propósito de esta charla es desmitificar el acto suicida, es decir se realizará un abordaje de sensibilización porque la población habla del suicido, pero emite comentarios despectivos como por ejemplo: “solo quiere llamar la atención”, “no lo va a hacer”, “seguro era débil y por eso lo hizo”, “el que quiere quitarse la vida lo hace y no lo dice”, entre otros.
Respecto a este tema, Joyce Cabrera, enfermera de salud mental y psiquiatría del Área de Salud de Escazú de COOPESANA R.L. señala que algunas de las principales razones que lleva a las personas a tomar esta decisión son: duelos mal manejados, depresión, ansiedad, estrés elevado, no saber resolver conflictos, adicción al alcohol y otras drogas y bullying en niños y adolescentes.
“Alrededor del suicidio tenemos que identificar dos situaciones; una, las autolesiones que pueden suceder porque la persona está manejando distintos problemas y las utiliza para manifestar esa angustia y dolor emocional que no puede manejar o también puede ser motivada por retos o juegos que están muy de moda principalmente en niños y jóvenes, pero que eventualmente no llevarían a una conducta suicida; y dos, el acto suicida como tal, que cuando sucede es porque hubo situaciones que no fueron abordadas y porque muchas veces las víctimas no buscan ayuda”, explica.
Si alrededor suyo hay un familiar, amigo o conocido del cual usted sospecha que podría acabar con su vida, tenga claro que algunos signos de advertencia que podría notar antes de ofrecerle ayuda son: deseo de estar solo (a), hacer afirmaciones de la forma de cómo terminará con su vida, cambios de humor repentinos, pensar o hablar de la muerte, aumento del consumo de alcohol o drogas y estar sumamente ansioso, son algunos signo de advertencia.
“En el caso del suicidio hay un mensaje clave y es que las personas tienen que aprender a hablar de sus emociones y problemas, pero sobre todo aceptar la ayuda profesional”, aconseja la especialista también encargada de impartir la charla.
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