Adoptar nuevas metodologías de trabajo y enseñanza, perder la comunicación con muchos estudiantes y recargo laboral en algunos casos, ha sido la realidad de muchos educadores y funcionarios del MEP en estos ocho meses de pandemia.
Adicional a esto, estos trabajadores no escapan de una afectación a su salud, incluyendo contagio de COVID-19. De hecho, Caja de ANDE ha apoyado con un subsidio especial a más de 1.520 accionistas diagnosticados como positivos por el virus.
Para estos efectos, la entidad ha destinado más de ¢152 millones que se han entregado en efectivo a los accionistas contagiados, como parte de su política de responsabilidad social. Además, brindó canastas de víveres a quienes se vieron afectados económicamente por la pandemia.
Adrián Soto, gerente de Caja de Ande explica que “todos los años destinamos un importante presupuesto para brindar diferentes ayudas, para este año se definieron ¢200 millones para apoyar a accionistas afectados por desastres naturales, sin embargo, dimos un giro y destinamos más de la mitad de estos recursos para ayudar a los funcionarios del MEP positivos por COVID-19”.
Soto afirma que la lista de afectados, lastimosamente sigue aumentando y por lo tanto, se mantiene la atención de casos a diario.
Por otra parte, los accionistas han reportado otras afectaciones de salud, para las cuales Caja de ANDE brinda una ayuda solidaria a sus accionistas. En lo que va del 2020, se han registrado casi 3,600 personas con alguna patologías, para los que se ha destinado más de ¢935 millones.
“Este tipo de apoyo es resultado de un sólido y estable plan de responsabilidad social al que nos hemos mantenido firmes como parte de nuestros principios de justicia y solidaridad social, siempre pensando en favorecer a estos trabajadores tan importantes para el país”, agregó Soto.
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