El crecimiento de los emprendimientos en el país dependerá de la atención de los desafíos estructurales. Así lo señaló el Centro Latinoamericano de Innovación y Emprendimiento (Celiem).
“Costa Rica ha conformado un marco jurídico relevante para establecer un ecosistema capaz de resolver los desafíos que los emprendimientos enfrentan. Sin embargo, eso no quiere decir que no existan problemas estructurales que en la implementación de ese marco jurídico se hayan resuelto. Sin duda, hay una gran tarea por delante para garantizar la facilidad en la creación de negocios, pero sobre todo en alivianar las cargas operativas en los primeros años de operación de los emprendimientos”, mencionó Luis Álvarez, director ejecutivo de Celiem.
De acuerdo con un análisis realizado por la organización, los principales retos para los emprendimientos identificados por el 55% de este tipo de negocios, son las altas cargas sociales, lo cual impide su formalidad. Le sigue el “proceso engorroso y complicado que representan los trámites de formalización (44%)”. Así como el registro ante la seguridad social.
Álvarez señaló que, sumado al trámite de formalización, otro de los grandes temas de los emprendimientos está en los costos de estos requisitos. Ello particularmente para los compromisos sostenidos que las empresas deben asumir en donde es necesario repensar los criterios de gradualidad de las contribuciones según la etapa de crecimiento.
“En Costa Rica, se estima que el 70% de las mipymes se encuentran en la informalidad. A este desafío podemos darle dos dimensiones. La primera radica en la preocupación por la falta de responsabilidad hacia el cumplimiento de las obligaciones con el Estado. Y, la segunda, es la preocupación de la limitada oportunidad que pueden tener estas empresas de incrementar su productividad y darle valor agregado a su producción permitiendo con ello acceder a nuevos mercados tanto nacionales como internacionales. Ello, aunque algunos dirán que productividad e incremento de valor agregado no son sinónimo de formalidad, lo cierto es que buena parte de ese parque empresarial informal lo constituyen las microempresas o nuevos emprendimientos”, comentó Álvarez.
El director ejecutivo añadió que desde Celiem han identificado que el acompañamiento empresarial es estratégico para que los emprendimientos logren escalar. Además de conseguir una taza de sobrevivencia más sólida que les permita no solo mantenerse sino crecer y competir.
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