Una regla sabia para saber cuánto gastar y ahorrar

Rosa Gómez

Por: Rosa Gómez

Partiendo de mi ingreso, ¿cuál es el porcentaje que debería destinar para ahorro?, ¿cuánto debería asignar a gastos?, ¿cuánto porcentaje debería representar el pago de deudas? Estas son preguntas muy buenas, porque las respuestas nos ayudan a hacer una evaluación de si estamos haciendo un buen trabajo o no administrando el ingreso.

Hay una regla muy popular sobre cómo distribuir nuestro presupuesto y la verdad aplica para cualquier nivel de ingreso. Es una regla «sabia” que puede seguir el que gana mucho y el que gana poco. No es un mandamiento ni una fórmula para hacerse rico, pero sí nos da una referencia de lo que se denomina «normal” en cuanto al uso del dinero.

Si la buscan en Internet, se llama la regla del 50-30-20, sin embargo, yo prefiero llamarla 20-50-30:

20% para AHORRO. Este debería ser el rubro al cual darle prioridad. ¿Por qué? Porque hay que ahorrar cuando todavía hay plata. Unas finanzas saludables primero ahorran y gastan lo que queda…y no al revés. Este porcentaje de ahorro es un número ideal, y si todavía no puede, empiece con lo que pueda, recuerde que el monto de ahorro nunca, pero nunca, debe despreciarse. Y si puede más que un 20%, ¡felicidades! En esos casos, puede destinar un porcentaje para inversión y así poner a su dinero a generar más dinero. Algo súper importante: no ahorre sin un propósito, póngale nombre a ese dinero, para que no sea simplemente “una platilla» que tiene por ahí.

50% para el «TENGO QUE”: Aquí está el pago del alquiler o la hipoteca, servicios públicos, educación, transporte, alimentación, seguros, pago de otras deudas, entre otros. Claramente, este grupo de gastos contiene esas cosas que «hay que pagar sí o sí». Recalco que dentro de este 50% está lo que pagamos en deudas, esto significa que nunca el pago de estos compromisos debería poner en riesgo mis necesidades básicas. Es decir, no debería dejar de comer o pagar el alquiler por pagar el carro nuevo o por pagar la hipoteca dejar la universidad. De hecho, en un escenario sano, el pago de deudas no supera el 10% del total del ingreso. Actualmente, los bancos aceptan hasta un 50% de endeudamiento… lo cual me parece muy peligroso.

30% para el «ME GUSTARÍA»: Acá se incluye el entretenimiento en todas sus formas: las salidas a comer, la ida al cine, las entradas del concierto. Así como los gastos suntuarios: el salón de belleza, el tercer par de zapatos color rojo, la nueva camiseta de La Sele, entre otros que fijo acaban de llegar a su mente. Esta sección de gastos es la más difícil de controlar, es justo por estas «cositas adicionales” que los bancos están haciendo fiesta cobrando millones y millones de colones en intereses de tarjetas de crédito y préstamos personales.

Como mencioné anteriormente, esto es un parámetro de cómo distribuir el ingreso. Si todavía ve difícil llegar a este escenario ideal, en algún momento hay que iniciar y se empieza por pagar deudas. Ahí es donde se nos va lo grueso del dinero. Y si no es por deudas, entonces revise sus gastos, puede ser que haya más de uno que no está acorde a sus posibilidades. Reajústelos y empiece a ahorrar. Y si aun así ve dura la cosa, genere más ingreso… de las crisis surgen las mejores ideas. Y recuerde “la planificación a largo plazo no es pensar en decisiones futuras, sino en el futuro de las decisiones presentes».

*La autora es la fundadora del servicio de ayuda financiera, Finanzas de tú a tú.

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