Por: José Valerio, gerente Jurídico Regional ManpowerGroup.
Definitivamente el trabajo como lo conocíamos antes de pandemia cambió. Ahora, la mayoría de las personas puede realizar sus funciones desde cualquier parte del mundo.
Un ejemplo es el estudio de ManpowerGroup, The New Human Age, sobre tendencia laborales 2023. Este arrojó que el 61% de los colaboradores piensa que el trabajo asincrónico crea un mejor equilibrio entre el trabajo y la vida personal.
Recordemos que son principalmente las nuevas generaciones las que buscan organizaciones flexibles. Que trabajen por objetivos. También que les permitan alcanzar dicho balance y que son quienes se sienten más atraídas por el estilo de vida nómada.
Ante este hecho, Costa Rica dio un paso adelante para convertirse en un destino con regulación para atraer a los nómadas digitales. A partir de que entró a regir la ley, de julio 2022 a mayo 2023, se han aprobado 625 visas según datos de la Dirección General de Migración y Extranjería (DGME).
Este fue un paso fundamental y un acierto. La ley aprobada protege a estos trabajadores y les garantiza derechos y beneficios. Les permite tener cuentas bancarias en el Costa Rica, la exención total sobre el impuesto de utilidades. Además, la exoneración de impuestos para importar el equipo que requieran para cumplir con sus labores. Y la posibilidad de conducir con la licencia de su país de origen por el período de su estancia.
Sin duda, contar con esta Ley significa una gran oportunidad para Costa Rica de potenciar las condiciones para el turista laboral. El cual viene a reactivar la economía. Sin embargo, se ha dejado de lado la figura de los costarricenses nómadas digitales. La ley de Teletrabajo aprobada en 2019 no toma este aspecto en cuenta. Solo bastaría una reforma para que la norma tenga cobertura en el extranjero.
Este ajuste fue propuesto como un proyecto para modificar la Ley para detallar explícitamente el teletrabajo en el extranjero evitando interpretaciones subjetivas (23.528). Con ello impulsado por el diputado socialcristiano Alejandro Pacheco, pero está “varado” en la Asamblea.
Ante este vacío, las empresas pueden dar un paso al frente ofreciendo este beneficio. El cual no es solo para quienes desean hacer turismo. Sino que podemos verlo para quienes deseen estudiar en otro país por un periodo. O acudir a congresos e incluso a realizarse un procedimiento médico.
Eso sí, debido al vacío de esta jurisprudencia, las mismas organizaciones que quieran innovar en el treletrabajo, deben contar con un reglamento. En él, debe quedar claro cómo se puede solicitar el teletrabajo desde el extranjero. Además de quiénes pueden gozar de este privilegio, cuáles son los requisitos para aplicar, los deberes, el derecho a la desconexión. Asimismo, aclarar quién debe proporcionar los instrumentos de trabajo.
Con estos aspectos definidos y aclarados, no habría problema para que cualquier costarricense pueda teletrabajar en cualquier parte del mundo.
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