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Por: Juan Carlos Peñaloza, Country Manager de WeWork Costa Rica y Colombia.
En medio de la normalización de las actividades y el retorno del trabajo presencial, la demanda de espacios compartidos aumentó considerablemente. Si bien las empresas volvieron a las oficinas a medida que las restricciones sanitarias disminuyeron, muchas optaron por resguardar aquello logrado durante los peores días de la pandemia. Es decir, la flexibilidad.
Pero la pandemia no sólo modificó las dinámicas de trabajo. También tuvo un impacto sobre el mercado de oficinas. A medida que los modelos híbridos empezaron a implementarse, se impulsó la ocupación de espacios que operan bajo el modelo flexible. Esta tendencia se ve reflejada en información obtenida por WeWork Costa Rica. La cual aumentó en un 10% la ocupación de sus edificios durante el primer semestre del año.
En este contexto, en la región latinoamericana las empresas han optado por descentralizar sus operaciones con oficinas repartidas por las ciudades. Este es un modelo conocido como “hub-n-poke”. En él, las organizaciones tienen una oficina “hub” centralizada. Pero, además, cuentan con oficinas dispersas en otras zonas donde viven sus trabajadores. De esta forma, crean una fuerza laboral distribuida para reducir la necesidad de viajar. Pero de una manera que se preserve la conexión y la cultura de la empresa.
Antes de la pandemia, la descentralización no era un término que se usara con frecuencia. Tampoco era un modelo que muchas organizaciones consideraran adoptar seriamente. Sin embargo, preocupadas por la pérdida de productividad y bienestar laboral de los colaboradores, muchas empresas están buscando descentralizar sus oficinas.
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Según una encuesta realizada por WeWork en colaboración con HSM, el 94% de los consultados en Latinoamérica, entre 46 a 55 años, prefiere una modalidad de trabajo híbrida. Asimismo, las respuestas indican que tanto los millennials (49%) como la Generación Z (40%) y los Baby Boomers (67%) prefieren trabajar 2 días presenciales y 3 remotos.
Por otra parte, independientemente del domicilio, las oficinas también han tenido que pasar por adaptaciones. Esto para atender a las nuevas demandas de la fuerza de trabajo.
De acuerdo con el estudio de WeWork, el mobiliario funcional y ergonómico es la principal demanda del 81% de las personas encuestadas. Las salas de reunión con estructura para encuentros híbridos, por su lado, surgen como una necesidad para el 75% de quienes respondieron.
Es así como, la tendencia latinoamericana hacia la descentralización permite que los empleados trabajen desde una oficina en ubicaciones más cercanas a donde viven. De esta manera, viajar menos. A este concepto se le conoce como ‘la ciudad de 15 minutos’. Está siendo implementado por WeWork con el objetivo de brindar espacios accesibles por medio de trayectos realizables en un tiempo más corto.
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