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Por: Emmanuel Agüero, gestor de inversiones y Dayanna Quirós, analista económica, de Grupo Financiero Mercado de Valores.
En mayo 2022, el Comité de Inversiones de Mercado de Valores revisó las principales proyecciones macroeconómicas de Costa Rica del 2022 y 2023. Esto producto de los choques externos que han cambiado el panorama en un horizonte de 2 años.
Primero, se ajustó a la baja el crecimiento del PIB para el 2022 y 2023 de 3,7% a 3,3% y de 3,4% a 3,0%, respectivamente. Además, las presiones de inflación a nivel global se han trasladado a la economía local provocando que la tasa de inflación cierre en el 2022. Esto por encima de lo inicialmente estimado y del rango meta de la autoridad monetaria. Esa situación está llevando al Banco Central de Costa Rica (BCCR) a endurecer la política monetaria a un ritmo más rápido de lo inicialmente proyectado. De esta manera, alinearse al proceso de subida de tasas de interés a nivel global.
En el 2021 se estimó que Costa Rica creció a una tasa anual de 7,8% producto de un efecto base a favor, un fuerte crecimiento en la demanda externa a causa del rebote de la economía estadounidense y una recuperación marcada en la demanda interna.
Al comparar el resultado contra el 2019 el crecimiento fue 3,3% dejando la economía en niveles de producción por encima de la pre-pandemia.
No obstante, en el panorama macro se ha estado ante choques externos que afectarán el ritmo de crecimiento estimado para el 2022. Primero, la invasión de Rusia a Ucrania ha desencadenado una escalada en el precio del petróleo y de los alimentos. Ello afecta el ingreso disponible de los hogares por medio de un menor crecimiento de los términos de intercambio. Además, el conflicto geopolítico ha alargado los problemas de las cadenas de suministros provocando que los planes de inversión empresarial se posterguen o incurran en mayores costos.
Dicho lo anterior, se espera que la demanda interna crezca 2,5% en el 2022. Este es un dato inferior en 0,5 puntos a la proyección inicial.
Segundo, el FMI redujo la perspectiva de crecimiento global de 4,4% a 3,6% en el 2022 causando que la demanda externa de Costa Rica sea menos dinámica de lo esperado. Esto principalmente en las exportaciones de bienes.
Todo en conjunto, el Comité de Inversiones de Mercado de Valores reduce las proyecciones de crecimiento del PIB de 3,7% a 3,3% para 2022. Y 3,4% a 3,0% para 2023.
En abril 2022, la inflación interanual alcanzó el 7,2%. Sin embargo, al excluir del cálculo los componentes de alimentos y transporte, la variación se reduce a 1,6%. Esa situación, deja en evidencia como el choque externo en los precios internacionales de los combustibles y alimentos, producto del conflicto de Rusia y Ucrania, ha impacto los precios locales.
Al cierre de abril, el componente de precios del transporte alcanzó una variación interanual de 17,3%. Mientras que los alimentos crecieron 11,9%. Además, a eso se complementa una demanda agregada que ha venido crecimiento cerca de su nivel potencial, lo cual desencadenará presiones inflacionarias en el mediano plazo.
Dicho lo anterior, se ajustó al alza la proyección de inflación del 2022 de 3,3% a 6,2%. Esto provocó que el BCCR aumentara a un ritmo más acelerado la tasa de política monetaria. Desde diciembre anterior la autoridad monetaria ha acumulado 325 puntos base de aumento en tasas de interés y al cierre de mayo se ubica en 4,0%. No obstante, es importante mencionar que aún dicha tasa se encuentra debajo de un nivel que no generará una contracción en la actividad económica. De esta manera, el margen para aumentar las tasas de interés aún continúa holgado y es de esperar que se sigan generando durante el 2022.
Al cierre del primer trimestre del 2022, el Gobierno Central reportó un superávit primario de 334 mil millones de colones (+0,3% del PIB). Este explicado principalmente por la continua mejora de los ingresos tributarios y el crecimiento económico. Al mismo tiempo, los gastos totales como porcentaje del PIB disminuyeron en 0,2 puntos respecto al mismo trimestre de 2021. Esto a causa de la regla fiscal de gasto. Ante esta situación, Mercado de Valores aumenta sus proyecciones de balance primario para el 2022 de 0,3% del PIB a 0,8% del PIB. Como resultado, el déficit financiero cerrará en 4,2% del PIB, causando que las necesidades de financiamiento del Gobierno representen el 9,6% de la producción.
No obstante, en el Comité de Inversiones se plantearon riesgos dentro del manejo de la política fiscal. Esto como es el caso del impacto en la recaudación tributaria debido al ataque cibernético que sufrieron los sistemas informáticos del Ministerio de Hacienda. De momento, el impacto y la duración de ese ataque es incierto, de modo que es un riesgo para tomar en consideración.
En segundo lugar, se plantea la implementación de la regla fiscal durante el periodo 2022-2025. Esto ya que al mantener un límite por debajo del 2% en el crecimiento del gasto se podrán desencadenar fuertes presiones de grupos de interés. Los cuales soliciten ser excluidos de la regla.
Finalmente, las proyecciones para la deuda-PIB, es que se reducirá en un 66,8% luego de 13 años consecutivos de estar aumentando. Ese resultado se explica principalmente por un aumento de más del 6,0%. El cual erosiona la magnitud de la deuda y reduce el costo real financiero.
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