Más que una crisis, que sea una oportunidad

Carlos Ledezma Arias Jefe Departamento de Planificación, CONAPE

Por: Carlos Ledezma Arias – cledezma@conape.go.cr
Jefe Departamento de Planificación, CONAPE

Estamos siendo testigos de una de las más fuertes afectaciones económicas de nuestra era actual, causada por la pandemia. Se trata de un episodio sin precedentes y un verdadero reto para las autoridades del país, en materia de salud, educación, economía y finanzas.

Entre tantos efectos de la pandemia, resalta como miles de familias se han visto golpeadas por la crisis; donde se nos presenta un contexto nada alentador y un futuro económico del país que, para muchos, resulta ahora incierto.

Producto de esta coyuntura, miles de jóvenes se vieron en la necesidad de postergar o abandonar sus estudios, lo cual, es muy lamentable, porque, cuando esta crisis pase, el país requerirá de nuevos profesionales, que aporten al proceso de desarrollo económico y social.

Estamos convencidos, de que, a pesar de esta crisis, el país puede y debe continuar formando a sus futuros expertos en diversas áreas, cuyo conocimiento, será clave para el progreso que tanto necesitamos.

En ese sentido, nos llena de profundo orgullo, saber que, pese a esta coyuntura, miles de jóvenes le dijeron sí, a su sueño de seguir estudiando y alcanzar esa meta de graduarse en alguna carrera. Al 30 de junio de este año, la Comisión Nacional de Préstamos para Educación, CONAPE, aprobó 2.000 solicitudes para obtener un préstamo educativo y esto evidencia el gran interés que persiste en los costarricenses, por estudiar.

En medio de la crisis, debemos mirar que en alguna parte hay una salida y que esa es una oportunidad; en este contexto, la formación académica es vital y es reconocida como necesaria para alcanzar el desarrollo nacional, sobre todo, cuando el país se encamina a un proceso de recuperación que le tomará cierto tiempo y los efectos positivos, no se verán en el corto plazo.

Por eso, debemos convertir esta crisis en oportunidades, trabajando con firmeza y diligencia, para que este episodio sea esa oportunidad de revisar y replantear nuestras metas, nuestros proyectos y nuestras aspiraciones, eso sí, sin postergarlos.

La emergencia sanitaria que vivimos por la pandemia, ha permitido, también, que podamos valorar, aún más, el aporte tan valioso de cada uno de los profesionales que tenemos. Ha sido esa ventana para que brillen esos grandes profesionales que tiene el país, en diversas áreas.

Y es claro que esa proyección profesional, ha sido y es la inspiración de muchos jóvenes, al momento de elegir su carrera. Hemos visto, como durante los últimos seis meses, la elección se ha inclinado por el área de las Ingenierías, cuyas solicitudes de créditos han ido en aumento. En medio de esta crisis, CONAPE ha aprobado 124 solicitudes de crédito para Ingeniería Industrial, siendo la carrera con más peticiones de financiamiento, al día de hoy. El año pasado, dicha carrera recibió 118 solicitudes.

En términos generales, desde el 2018, las carreras relacionadas con el área de las Ingenierías, se han colocado dentro de las favoritas, en la lista de créditos educativos aprobados. Junto a las Ciencias de la Salud, han acaparado más del 50% de los créditos que otorga CONAPE.

Sabemos que este contexto, viene a evidenciar el valor de estos profesionales y, en general, de cada profesional que hoy, desde su área de acción, contribuye con el desarrollo del país, para sacar al país de la presente crisis que nos agobia.

Pese a que hay una gran incertidumbre por el futuro de la economía costarricense, CONAPE ha logrado colocar ¢12.945 millones en préstamos para educación y aún, disponemos de ¢8.054 millones para el financiamiento de carreras, durante lo que resta de este año.

Debemos sentirnos muy orgullosos, de saber que nuestro país tiene los recursos y las herramientas para impulsar el conocimiento y la profesionalización; siendo un reconocimiento que siempre se le ha dado a nivel mundial. Es alentador, ver que muchos jóvenes seguirán aprendiendo y desarrollando sus habilidades, para pronto poder insertarse en el mercado laboral.

Postergar los estudios, podría ser una decisión que solamente agravaría los efectos de la poscrisis, pues el desarrollo del país debe continuar y, para ello, será una necesidad imperiosa, disponer de los profesionales calificados que aporten y contribuyan a superar las consecuencias negativas que la pandemia nos dejará.

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