Por: Guillermo Varela
Director Ejecutivo – Asociación GS1 Costa Rica
Si ya las micro, pequeñas y medianas empresas debían luchar por sobrevivir en mercados cambiantes, tramitología excesiva y por satisfacer a consumidores cada vez más exigentes, lo que el COVID-19 ha ocasionado, es simplemente catastrófico para este tipo de empresas.
Y los números no mienten: de acuerdo con el estudio Impacto de la pandemia por Covid19 en las PYME costarricenses, realizado por el MEIC en mayo; la mitad de los emprendedores consultados han experimentado una reducción de entre un 75% y un 100% del total de sus ventas.
Además, el estudio indica que solo un 5% de las pymes afirman que podrán seguir operando con normalidad si las condiciones actuales persisten y un 79% podría estar desapareciendo en un plazo de seis meses.
Otro fenómeno que no se puede dejar de mencionar es que, con la reducción o pérdida del empleo de miles de costarricenses, muchos han optado por emprender, pero también se topan con esta difícil situación de nuestro mercado.
Basta con ingresar a nuestras redes sociales para ver una muestra de la cantidad de negocios que podemos conocer, detrás de los cuales, se esconde en muchas ocasiones una PYME, deseosa de una oportunidad comercial que se convierta en un rayo de luz en su horizonte..
Hemos mencionado en otra ocasión, el alto potencial costarricense reflejado en los emprendedores, pero también las oportunidades de mejora que poseen y que no les permiten crecer. Estos puntos de mejora se centran en los procesos logísticos de su cadena de abastecimiento, que les permita maximizar la eficiencia del uso de los recursos, su rentabilidad y sobre todo, en la manera de ofrecer y colocar sus productos en el mercado.
Por eso es qué GS1 ha venido trabajando en un muy importante servicio denominado: “Fábrica de Negocio”, programa que brinda la oportunidad a las PYME de sentarse a negociar directamente con los compradores de las principales cadenas de supermercados del país, en una jornada virtual de citas previamente agendadas, con el gran objetivo de que sus productos se puedan vender en dichos supermercados.
A la convocatoria han respondido más de 100 PYME interesadas y esperanzadas, que están participando en el proceso de capacitación en aspectos financieros, comerciales y de negociación, para que se preparen de forma adecuada ante las posibles preguntas que los compradores de los supermercados les vayan a realizar.
Estamos seguros de que esta iniciativa no solo abrirá puertas a las PYME, sino que podrá abrir las mentes, propiciar cambios internos y marcar una nueva etapa en cada uno de estos negocios, ya que estamos en época de “INNOVACION”.
Buscamos emprendedores que sientan la necesidad de superarse, que estén conscientes de que están en un proceso de mejora continua y sobre todo, que quieran crecer. Esperamos replicar este modelo en un futuro cercano y extender así esa colaboración que podemos brindarle a este sector tan importante para la economía del país, como parte de nuestro compromiso.
Es momento de que quienes tenemos la posibilidad de apoyar a las PYME demos un paso más allá y brindemos soluciones que puedan materializarse de manera más sencilla en ventas y rentabilidad.
Ahora como consumidores, podemos tener sensibilidad cada vez que caminemos por los pasillos de los supermercados y decidir apoyar a lo nuestro, con la compra de productos de pymes nacionales.
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