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Por: Caro Morales – info@caromorales.com
¿Qué importancia tiene el hablar en público para tu branding o marca personal?
Muchísima. Recuerda que todos los días vendemos y la imagen es la más vendida porque muestra a los demás como te vistes, comportas, te comunicas e interactúas de manera presencial como digital.
Lee el siguiente texto:
“Eh…Bueno…El día de ayeeer me desperté a las 6am, …este, me preparé un café,..mmm, revisé mis mensajes del celular…yyy, elegí lo que me iba a poner…eh, me bañé,…este, me arreglé,…mmm, desayuné yyy…encendí el automóvil, después, eh…encontré mucho tráfico, y bueno…eh…llegué a la oficina,…este…tuve junta con mi equipo de trabajo…”
¿No es desesperante leerlo?
¡Por supuesto! De la misma manera cuando escuchas a alguien hablar así con tantas muletillas de inmediato pierde tu atención, tu credibilidad y confianza.
¿Cuántas veces has escuchado a alguien hablar y te das cuenta que por cada palabra que dice se le escapan otras innecesarias, llamadas coloquialmente muletillas?
Una muletilla es toda aquella palabra o frase que repites mucho y no aporta nada a tu mensaje, de hecho lo afecta negativamente, ya que proyecta falta de dominio del tema, inseguridad, poca experiencia al hablar en público, y falta de vocabulario.
Las muletillas más comunes son: “bueno”, “este”, “eh”, “¿verdad?”, “¿no?”, “y…”, así como toda frase que de manera inconsciente repites constantemente, por ejemplo “finalmente”, “¿me explico?”, entre muchas más.
En materia de comunicación y elegancia siempre “menos es más”. Eliminar las muletillas de tu forma de hablar es fundamental para proyectar una imagen profesional. Ser concreto, decir lo que se pensó sin el uso de muletillas, es una de las habilidades que toda persona debe dominar para tener más impacto cuando habla en público, en una reunión de negocios, una conferencia y, por supuesto en tu vida personal.
¿Por qué decimos muletillas aunque no aportan nada?
En mi experiencia como asesora de imagen he identificado 2 razones principales:
En cualquiera de los casos anteriores es importante entender que cuando el cerebro une dos ideas (la que estás diciendo y la siguiente que deseas ligar) hace una pausa, lo ideal sería que este proceso nadie lo notara, pero los nervios y la falta de escucharse a uno mismo provoca que las muletillas se digan, es decir, se verbalizan.
¿Cómo darse cuenta cuál es tu muletilla más frecuente?
La próxima vez que dejes un mensaje de voz escúchate e identificarás tus muletillas (además de averiguar cómo se oye tu voz, una cuestión que no a todos les agrada).
¿Cómo puedes eliminar las muletillas?
Para lograrlo debes forzar a tu mente a hilar varias ideas y uno de los mejores ejercicios es decir “todo lo que hiciste” el día de ayer y darte cuenta cuántas muletillas dices, una vez que hagas esto el reto es identificar cuando estás a punto de decirla y “convertirla en un silencio”… y continuar. Para que funcione mejor te recomiendo se lo digas a alguien y no pierdas el contacto visual, así, forzarás el incremento de tu concentración.
Un ejemplo de este ejercicio sería el siguiente:
“El día de ayer me desperté a las 6am, me preparé un café, revisé mis mensajes del celular, elegí lo que me iba a poner, me bañé, me arreglé, desayuné, después encendí el automóvil, encontré mucho tráfico, llegué a la oficina, tuve junta con mi equipo de trabajo…etc.”
¿Cuántas veces debes de practicar para eliminar las muletillas?
Todas las que sean necesarias hasta que reduzcas el número de muletillas a cero. Sabrás que lo has logrado cuando la próxima vez que tengas una cita de negocios, una presentación ejecutiva o des una conferencia no hayas dicho una sola muletilla (y obvio lo descubrirás sólo si te grabas), o bien, cuando te escuches a ti mismo hablar por teléfono.
Escucha con atención a los demás a partir de hoy y comprobarás que muchas personas hablan con muchas muletillas, perdiendo mucho impacto.
*La autores es Contadora, Microempresaria, consultora en imagen y directora de Changes.
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