Por: María José Bazo, presidenta del Cluster para Centroamérica, Schneider Electric.
Hace 37 años se comenzó a utilizar el concepto sostenibilidad como se conoce hoy día, refiriéndose a la necesidad deestudiar y delimitar el impacto que tienen las actividades humanas sobre el medio ambiente. El término fue adaptándose a los entornos científicos, políticos, sociales y, sobre todo, a los empresariales, para definir acciones que frenaran uno de los grandes problemas de nuestra época: el cambio climático.
En estas tres décadas, la definición en la que más se ha hecho énfasis es en la satisfacción de las necesidades presentes sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras de satisfacer las suyas. A nivel corporativo, el término podría definirse en una sola palabra “equilibrio”. Un término que va ligado con el compromiso que debemos tener las empresas por aplicar prácticas que permitan un equilibrio entre la rentabilidad económica y la responsabilidad ambiental y social.
En este compromiso es fundamental que las empresas incorporen la sostenibilidad en cada una de sus operaciones, y que aprovechen la innovación y las alianzas para lograr impactos positivos a largo plazo. Uno de esos impactos es disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero, para caminar más rápidamente hacia el objetivo de limitar el calentamiento a los 1,5°C para el 2030.
En los últimos años, Schneider Electric ha enfocado su estrategia en reducir las emisiones de carbono en las fábricas e instalaciones de la compañía, y lograr la neutralidad de carbono para el 2030 en un ecosistema industrial coherente que incluya tanto a los proveedores como a los clientes. Con ese norte, no solo hemos tenido grandes avances en la transformación de la cadena de suministro de la compañía, con la reducción de un 27% de las emisiones de carbono de los 1,000 principales proveedores de Schneider Electric; sino que desde 2018 a la fecha, la empresa ha ayudado a los clientes a reducir sus emisiones de carbono, con 553 millones de toneladas de CO2, ahorradas y evitadas.
¿Cómo se logran estos resultados? Con alianzas, con acciones concertadas y urgentes que impulsen la reducción en el desperdicio de energía, las inversiones en energías renovables, así como en la electrificación y digitalización de los ecosistemas energéticos; y, sobre todo, teniendo presente el bienestar económico y de la sociedad.
Las empresas que son líderes en sostenibilidad reconocen que los recursos naturales no son infinitos, por lo que se enfocan en desarrollar formas innovadoras para gestionarlos. Estamos convencidos que la sostenibilidad debe ser el objetivo último de cualquier empresa y que es una tarea de todos trabajar por un mundo más sostenible, resiliente y eficiente.
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