La Selección Nacional y la demanda monetaria: Una correlación neural

Por: Dr. Juan Diego Sánchez, Ph.D, asesor financiero empresarial, abogado, profesor e investigador.

La participación de la Selección Nacional de fútbol conlleva consigo el incremento directo del gasto por esparcimiento y diversión. Esto principalmente en el consumo de corto plazo. Este es un aspecto que se deriva de un comportamiento recompensativo y valorativo del aficionado.

Esto responde a estímulos externos que generan actividad en su sistema límbico neural (emocional). Ello con una clara asociación a la generación de neurotransmisores. Por ejemplo, como la dopamina y la serotonina, ligados consecuentemente al deseo y la satisfacción.

Este incremento en la curva económica del consumo tiene un impacto macroeconómico directo en la demanda agregada del país. Claramente, al ser este elemento parte conformante del indicador en cuestión, deriva en su afectación. Se observa simultáneamente una particularidad adicional de ligamen conductual. Esto porque en lo que parece asociarse a una activación del circuito de recompensa gestionado en el núcleo accumbens, la persona procede a valorar la posibilidad de deudas de mediano plazo como medio de financiamiento. Esto para acompañar a la Selección Nacional a sus participaciones fuera del país. En especial a la reciente clasificación al mundial.

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Selección Nacional y presión en la demanda monetaria

Este comportamiento genera una mayor presión en la demanda monetaria. Evidentemente, al aumentarse la solicitud de instrumentos de financiamiento en consumo, se da una repercusión inherente en la tasa de interés. Esta viene a ser la variable reguladora del mercado dinerario. Señala, además, una correlación directa que plantea que a mayor cantidad de recursos pecuniarios demandados por el mercado, la tasa tiende a subir, o viceversa.

El tema puede también ligarse a una relación incremental en el comportamiento atencional y emocional. Así como a una mayor demanda de préstamos de consumo ligados a la actuación de la Selección Nacional. Todo con una correlación a decisiones de consumo con activaciones de regiones como la ínsula (supervivencia y socialización). Así como el hipocampo (memoria emocional). Esto para definirse finalmente en el lóbulo frontal.

Puede denotarse que la demanda monetaria se ve incrementada por una conducta de corte emocional, ligada a la clasificación al mundial, así como a la posibilidad de acompañar al equipo nacional. No obstante, es de vital importancia valorar la regla financiera que establece que el consumo de corto plazo debe cancelarse con recursos líquidos. Esto ponderando la decisión racional por encima del factor límbico. Además de no incurriendo en deudas insostenibles, generando a la postre un mayor disfrute.

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