La importancia de potenciar el desarrollo de nuestros líderes

Roberto Requenes Líder de Reclutamiento para Centroamérica y el Caribe de ManpowerGroup

Por: Roberto Requenes
Líder de Reclutamiento para Centroamérica y el Caribe de
ManpowerGroup

En el dinámico escenario laboral, alcanzar posiciones de liderazgo no solo requiere de habilidades técnicas, sino también de una mentalidad de aprendizaje constante y adaptación. Las empresas demandan, cada vez más, competencias actualizadas para estar a la altura de las necesidades del mercado. En este sentido, las capacitaciones y tutorías emergen como herramientas vitales para satisfacer estas necesidades.

Pienso que es fundamental que el talento de hoy reconozca la creciente solicitud de competencias en un entorno laboral caracterizado por la rápida transformación y la incertidumbre. A pesar de esto, solo un tercio de los profesionales están tomando cursos de actualización, según el estudio de ManpowerGroup, “The New Human Age”. Asimismo, las habilidades blandas, como la comunicación efectiva y el pensamiento crítico son muy valoradas, especialmente en los líderes; y por eso, también se deben de desarrollar.

Recordemos que nos encontramos en una de las crisis de talento más significativas de los últimos años. Esta escasez se refleja incluso en la dificultad para encontrar líderes capacitados y experimentados que ocupen roles de toma de decisión. Los requisitos tradicionales, como los títulos universitarios, ya no son suficientes en este panorama cambiante; ahora se valoran las habilidades técnicas y blandas, la capacidad de liderazgo y visión estratégica para poder ocupar estos puestos.

En el estudio de ManpowerGroup, se destaca que un 57% de los colaboradores necesitan capacitarse fuera del trabajo porque los espacios internos no les proporcionan habilidades relevantes y no promueven su desarrollo profesional. Si para la mayoría de los profesionales es importante la formación continua, aunque sea fuera de su empresa, para las posiciones de liderazgo lo es aún más.

En este contexto, es esencial que las empresas reconozcan la urgencia de invertir en el desarrollo permanente de su talento interno, sobre todo en aquellos que ocupan o aspiran por posiciones de liderazgo. Por esto, considero que resulta crucial diseñar programas de capacitación y desarrollo a medida que se ajusten a los objetivos y fortalezas individuales de estos líderes. La personalización les permite a estos profesionales potenciar sus habilidades y competencias clave, lo que a su vez contribuirá al éxito general de la organización.

Para abordar este desafío, me parece que las compañías deberían considerar iniciativas como programas de mentoría para líderes, donde los más experimentados puedan compartir su conocimiento con aquellos que están ascendiendo. Estos programas proporcionan orientación, apoyo personalizado y fomentan un ambiente de aprendizaje colaborativo y de crecimiento profesional.

Al invertir en el crecimiento y mejora continua de sus líderes, las organizaciones pueden asegurar su competitividad a largo plazo en un mercado laboral tan dinámico. Debemos recordar que la capacitación no solo es un medio para ascender, sino también para que las compañías puedan atraer y retener el talento, además de estar mejor preparadas para enfrentar los desafíos del futuro.

En mi experiencia, la capacitación se posiciona como un pilar fundamental para el crecimiento y la productividad del negocio; sin duda más empresas deberían apostar a este proceso continuo que mejora las aptitudes individuales y fortalece los cargos de liderazgo para tomar decisiones en áreas críticas.

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