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Por: Roger Granados Ugalde
Jefe del Departamento de Crédito, CONAPE
La actual crisis por el COVID-19, ha puesto en evidencia el gran papel que juega el conocimiento y como la educación representa una poderosa estrategia, ante situaciones en las que el mundo necesita soluciones.
La educación es una de las inversiones más importantes que puede realizar un país, porque, con ello, genera oportunidades para el progreso social, desarrollo económico y mejor calidad de vida para sus habitantes.
Es, sin lugar a dudas, una herramienta necesaria para un mayor bienestar del individuo y un derecho fundamental de toda persona.
Y precisamente, hablar de educación en tiempos de crisis es fundamental, si queremos hacer conciencia sobre la importancia de definir estrategias y políticas para blindar nuestro sistema educativo, frente a contextos como los actuales.
Esta pandemia, ha demostrado que uno de los sectores más afectados, corresponde la educación académica. Hoy, miles de niños, jóvenes y adultos, están siendo víctimas de una crisis como pocas en la historia reciente de nuestro país.
Volver a las aulas, es quizá el sueño de muchos estudiantes, quienes ven en la educación, un instrumento poderoso para salir de la pobreza y desarrollarse desde el plano social y económico.
La crisis que vivimos, por la pandemia del COVID-19, le ha permitido a las autoridades competentes y otros actores en esta materia, reinventarse para buscar alternativas, con la expectativa de ofrecer una educación de calidad, a pesar de los obstáculos propios de toda crisis.
Ha sido una gran oportunidad para mejorar y evidenciar la necesidad de replantear la forma en la que hemos venido educando. Todo ha cambiado, hoy miles de estudiantes dejaron de asistir a las aulas para recibir clases virtuales, sus trabajos y exámenes ahora se realizan todos en casa y vemos como la tecnología ha cobrado un mayor protagonismo, al convertirse en un aliado clave para la continuidad de la formación académica.
Es cierto que el país ha hecho grandes esfuerzos para evitar un mayor rezago en el ciclo educativo y desde CONAPE, aplaudimos las acciones que se han implementado en escuelas, colegios y universidades públicas y privadas.
Pero, también, estamos convencidos de que este es el momento oportuno, para valorar y explorar posibles estrategias que nos permitan proteger nuestro sistema educativo, para que las afectaciones por crisis como la que enfrentamos actualmente, sean mínimas.
En ese sentido, concuerdo absolutamente con la UNESCO, cuando afirma que “invertir en la educación en situaciones de crisis, refuerza la resiliencia y la cohesión social entre las diferentes comunidades, y desempeña un papel crucial en la reconstrucción sostenible”.
Como una entidad pública, que ha contribuido a la formación de miles de profesionales, vemos en la educación la clave del progreso de un país. Nuestro aporte en la reducción de la brecha educativa y el progreso socio-económico, es invaluable y sabemos que tenemos una gran responsabilidad en la generación de oportunidades de estudio, principalmente, para las personas con escasos recursos, que, de otra manera, no podrían acceder a una educación técnica o superior
Esta población, particularmente tiene mayores necesidades y la crisis ha exacerbado su requerimiento de más apoyo. Sabemos, que para este sector es aún más indispensable la educación, como una herramienta valiosa para salir de la pobreza.
Estamos convencidos, de que toda persona tiene derecho a la educación de calidad y que no podemos permitir que las crisis sean un obstáculo.
En medio de esta crisis, CONAPE ha creado con sus propios recursos, un fondo para garantizar los préstamos de estudiantes, que por sus limitadas condiciones económicas (pobreza extrema, pobreza básica o en vulnerabilidad) o por proceder de una zona indígena, se les dificulta tener acceso a la educación técnica y superior; hemos logrado, a la fecha, aprobar el 88% de los recursos presupuestados para el 2021. Es decir, hoy, más jóvenes en condiciones limitadas tienen la oportunidad de cumplir su sueño de ser profesionales y ampliar sus posibilidades de tener un mejor futuro.
De acuerdo con la UNESCO, los conflictos armados, desastres naturales y las pandemias, afectan la educación, tanto que, por ejemplo, “en los países afectados por situaciones de crisis, los niños en edad escolar tienen dos veces más probabilidades de no asistir nunca a la escuela, que sus compañeros de otros países”.
Es una triste realidad y por eso, nuestro llamado es a la unión de esfuerzos, para buscar la creación de políticas que permitan reforzar nuestro sistema educativo en general, con el objetivo de hacerlo más resistente a situaciones como la que enfrentamos en estos momentos.
CONAPE, al igual que lo ha realizado durante los últimos 43 años, continúa brindando financiamiento a estudiantes de escasos recursos económicos, pero con deseos de superarse mediante el estudio de una carrera técnica o superior.
Un país que invierte en educación, invierte en progreso social y desarrollo socio-económico.
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