Integración de la sostenibilidad en las finanzas: beneficios, desafíos y prácticas clave

Irene Salas, Consultora de Grant Thornton

Por: Irene Salas, Consultora de Grant Thornton.

En la actualidad, el mundo de las finanzas se encuentra en dinamismo, y la integración de la sostenibilidad se presenta como una estrategia para alcanzar un crecimiento a largo plazo y poder gestionar los riesgos eficazmente. Las finanzas sostenibles son aquellas practicas definidas bajo los criterios medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés).

Los inversores conscientes utilizan los criterios ESG para poder valorar potenciales inversiones, ya que estas reflejan cómo una compañía actúa en cuanto al futuro del planeta. Estos criterios abarcan aspectos desde cómo las compañías protegen el medio ambiente y las comunidades, hasta cómo gestionan su gobierno corporativo.  Los inversores también buscan adquirir las acciones de compañías que pueden demostrar mejoras en dichos criterios.

En cuanto a los criterios ESG:

  • Medioambiental: se evalúa cómo la empresa gestiona los riesgos ambientales, como el cumplimiento de regulaciones ambientales y la gestión de residuos tóxicos.
  • Social: se examinan las relaciones empresariales, como la interacción con stakeholders y el impacto local de sus operaciones.
  • Gobernanza: se considera la transparencia en la contabilidad y los métodos de reporte, así como la democracia empresarial en la toma de decisiones y la prevención de prácticas ilegales y conflictos de interés.

Por esto, algunas prácticas que las empresas podrían aplicar son las siguientes:

  • Adoptar prácticas de transparencia mediante reportes donde se muestren métricas relacionadas con el desempeño con base en ESG. Por ejemplo, según el Governance & Accountabilty Institute en su reporte de sostenibilidad, mostró que para el 2022 las empresas de gran capitalización del S&P 500 alcanzaron un récord de 98% de publicaciones de informes de sostenibilidad.
  • Involucrar a los stakeholders por medio de capacitaciones sobre iniciativas y estrategias de sostenibilidad, con el fin de garantizar que las prácticas sean empleadas.
  • Destinar las inversiones en proyectos que garanticen la sostenibilidad e inclusive que a largo plazo sean sostenibles, esto considerando los criterios previamente mencionados. Por medio de análisis, se puede determinar si un proyecto logra alcanzar la sostenibilidad o no, además se puede obtener los riesgos y oportunidades que implicaría invertir en dicho proyecto.

Poner en práctica estos criterios trae consigo ciertos beneficios para la empresa. Los principales impactos son los siguientes:

  • Mejora en la reputación: aquellas empresas con prácticas de sostenibilidad pueden ser percibidas como responsables, lo que mejora la imagen e inclusive atrae a mayor cantidad de clientes. También estas pueden atraer inversores que busquen empresas responsables y sostenibles.
  • Reducción de riesgos: las empresas que adoptan dichas prácticas pueden identificar posibles riesgos y estar preparadas para mitigarlos a largo plazo. Si no se mitigan los riesgos, las compañías pueden estar sujetas a sanciones regulatorias, demandas, pérdida de reputación y mayores costos.
  • Aumento de rentabilidad: al incorporar prácticas alineadas con los criterios ESG pueden reducir sus costos, mejorar la eficiencia, alcanzar mayores niveles de innovación e inclusive alcanzar una mayor eficiencia operativa. De esta forma las empresas pueden lograr ser más rentables, por lo que son más atractivas.

A pesar de estos beneficios, la integración de la sostenibilidad en las finanzas enfrenta desafíos como la medición de la eficacia de la integración de los criterios ESG para alcanzar las metas. También, existe el blanqueo ecológico que consiste en declaraciones falsas sobre el cumplimiento de los criterios ESG. Además, los costos iniciales pueden ser significativos a corto plazo, aunque los resultados positivos pueden comenzar a ser visibles a largo plazo.

Para el caso de Costa Rica, el Colegio de Contadores Públicos Autorizados (CCPA), adoptó las Normas Internacionales de Información Financiera de Sostenibilidad (NIIF S1 y S2), como “Normas de divulgación efectivas y eficientes de información financiera” (CCPA, 2023). Por esta razón, las Normas NIIF S1 y S2 serán obligatorias (para el 2026 con información de cierre fiscal al 31 de diciembre del 2025) para aquellas empresas que tienen como obligación pública la rendición de cuentas y que están supervisadas por el CONASSIF. Esto también aplicará para empresas catalogadas como grandes contribuyentes ante el Ministerio de Hacienda (cuya norma será obligatoria para la información de cierre del 2026).

En resumen, integrar prácticas de sostenibilidad en las finanzas es esencial para un crecimiento sostenible y para alcanzar la gestión a largo plazo. A pesar de los desafíos, los beneficios obtenidos posicionan a las empresas en una ventaja competitiva y las encamina hacia el éxito.

Más columnas de OPINIÓN aquí.

Dejar comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Suscríbase a nuestro boletín para mantenerse informado.