Equidad de género en espacios laborales, ¿Qué deja la pandemia?

Equidad de género

Por: Karina Cabrera
Consultora en temas de género de Assertive Consulting Group.

Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), la pandemia de Covid-19 generó un retroceso de más de una década en los niveles de participación laboral de las mujeres (equidad de género) en la región.

La ansiada equidad de género se ha visto golpeada por la Covid-19. Millones de mujeres alrededor del mundo luchan por mantener sus trabajos, al mismo tiempo que tuvieron un aumento significativo en su doble jornada. Es decir, su trabajo formal aumentó. Pero su trabajo doméstico al llegar a casa o trabajar desde casa, también creció significativamente.

Los aspectos culturales y sociales pasan una cara factura a las mujeres. La asignación de roles sociales y obligaciones impuestas a la mujer, como la cuidadora, la encargada del bienestar, la organizadora del hogar, han dificultado su desarrollo profesional. Esto ha hecho que, en el contexto del teletrabajo, las clases virtuales y desde mucho antes, las mujeres no puedan dedicarse a su carrera.  Como consecuencia, se hace más complicado superarse, crecer y aumentar sus ingresos. Esto para dar mejores condiciones de vida a sus hijos.

Y es que contratar mujeres tiene múltiples beneficios para las empresas. Según el estudio “Cuando las mujeres lideran las empresas ganan”, de la firma S&P Global, las compañías con directoras financieras femeninas fueron más rentables y generaron un exceso de beneficios de US$1,8 billones. Además, las que tienen directoras ejecutivas y directoras financieras mujeres obtuvieron un rendimiento superior en el precio de las acciones. Esto en comparación con el promedio del mercado.

La investigación también reveló que las entidades con mayor equidad de género en su junta directiva eran más rentables y grandes que las empresas con baja equidad de género. 

Propiciando la equidad de género

El año pasado se registró una fuerte salida de mujeres de la fuerza laboral. Quienes, por tener que atender las demandas de cuidados en sus hogares, no retomaron la búsqueda de empleo. Según el Foro Económico Mundial (FEM), un 56,9% de las mujeres en América Latina y un 54,3% en el Caribe se encuentran ocupadas en sectores en los que se prevé un mayor efecto negativo. Esto en términos del empleo y los ingresos por causa de la pandemia.

Las empresas deben comenzar por educar y romper esquemas educativos en sus colaboradores. Debemos crear espacios de educación sobre la doble jornada de las mujeres. Y concientizar a las parejas de su responsabilidad en las labores del hogar. Las mujeres difícilmente pueden hacer networking en eventos o actividades. Esto pues deben salir directo a sus casas a atender a sus hijos. Este es por ejemplo un escenario donde el apoyo familiar y de pareja es indispensable.

Crear espacios que faciliten las labores y descarguen a las mujeres de los temas del hogar mientras trabajan es vital. Como por ejemplo lugares de cuido de niños dentro de las organizaciones. Así como facilidades y comodidades para el cuidado personal como el ejercicio o alimentación sana, la salud, entre otros. 

Como sociedad, se deben generar oportunidades de diálogo y discusión. Las cuales permitan que las mujeres conozcan sus derechos, se empoderen y exijan espacios, beneficios y condiciones que reconozcan su aporte. De manera que la brecha de equidad  de género se vaya cerrando de forma acelerada.

Para atraer el mejor talento, las organizaciones necesitan espacios seguros para mujeres. Además de condiciones adecuadas y políticas de compensación correctas. Es cada vez más necesario brindar esas posibilidades. Y ser una opción laboralmente atractiva para el recurso humano.

Más allá de dar ventaja a las mujeres

El FEM, en su informe Global Gender Gap, concluyó que la pandemia ha revertido el progreso global en el logro de la igualdad entre hombres y mujeres. La brecha global de equidad de género actual es de un 68%, según el informe de este año. Esto es medio punto porcentual menos que el año anterior. A este ritmo, se necesitarán 133,4 años para lograr la equidad de género global entre hombres y mujeres.

En Latinoamérica, además, las mujeres han sido parte crucial de la primera línea de respuesta a la pandemia. Estudios de Cepal revelan que un 73,2% de las personas empleadas en el sector de la salud son mujeres. Quienes han tenido que enfrentar una serie de condiciones de trabajo extremas. Como largas jornadas laborales, que se suman al mayor riesgo de contagiarse del virus. Todo esto en un contexto regional en el que persiste la discriminación salarial. Esto pues los ingresos de las mujeres que trabajan en el ámbito de la salud son un 23,7% inferior a los de los hombres del mismo sector.

Cuando hablamos de equidad de género especialmente en espacios laborales, no nos referimos a dar ventajas a las mujeres. Sino igualar la cancha y crear condiciones para que las dobles jornadas, las diferencias salariales, el apoyo logístico para el cuido y labores en el hogar, sean justas para ellas.

Estas cifras y múltiples investigaciones demuestran que efectivamente, el género femenino ha sido tradicionalmente sobreexplotado. Y en condiciones de emergencia como la actual está siendo aún más golpeado.

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