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Por: Patricia González Villalobos – pgconsultorias@gmail.com
Actualmente, el Protocolo corporativo, empresarial o de negocios ha tomado un especial auge, no solo por el encanto – que a muchos nos genera -, sino también por ser una herramienta de trascendental importancia en el logro de metas personales y profesionales.
La etiqueta social y la etiqueta en los negocios tienen sus similitudes, pero sus propósitos son los que cambian radicalmente, ya que, mientras la etiqueta social está basada en el concepto de “las damas primero”, la etiqueta de negocios lo está en la jerarquía y el poder.
La importancia de las buenas maneras es fundamental no sólo en las transacciones comerciales, sino en las relaciones personales, por ende, en cualquier actividad que tenga que ver con el contacto con el público. Es un hecho que los clientes prefieren tratar con una compañía donde las personas son educadas que una donde no lo son.
Los conocimientos en materia de Etiqueta y Protocolo Corporativo han llamado la atención de grandes empresas como el Grupo Ferreti y Lamborghini, quienes han acertado en la decisión de cultivarse en este campo. De igual forma, en la Universidad de Lucca y la Bocconi de Milano, se imparte, dentro del Máster en Corporate Finance, un seminario «full immersion» de Business Etiquette y de Comparative Buisiness Etiquette, en el cual los alumnos aprenden de todo -para lograr Negocios Exitosos- «Desde cómo se viste, cómo se saluda, cómo se hacen las presentaciones, cómo se invita y cómo se hacen las comidas de negocios”.
Estas destrezas, permiten a los ejecutivos, sobre todo a las nuevas generaciones, dedicar por lo menos un 80% de sus energías y atención a concretar negocios, mientras que un 20% será para reaccionar ante cualquier imprevisto, lo cual resulta en un personal más productivo en el entorno laboral.
Por ello, los modales adecuados pueden convertirse en una ventaja competitiva, mejorar nuestra calidad de vida y hacer más llevaderas las horas que compartimos con los miembros de una organización y por supuesto colocarnos en una mejor esfera profesional.
De esto se trata el protocolo empresarial, del conocimiento y la práctica constante del “saber ser y estar”, de los buenos modales siempre, de saber conducirse dentro las formalidades de las reuniones virtuales o presenciales, de manejar aspectos importantes de los viajes de negocios, de ser buen invitado y mejor anfitrión, conocer qué regalos se pueden hacer y recibir en diferentes momentos y ocasiones, en fin, el protocolo empresarial es una herramienta que ayuda a sentirse cómodo y hacer que la gente a nuestro alrededor disfrute de un ambiente agradable
*La autora es Periodista, Asesora de Imagen y Coach.
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