Por: Guillermo Varela
Director Ejecutivo de la Asociación GS Uno Costa Rica (GS1)
En un momento de crisis como el que atraviesa el país actualmente, un sistema integral de trazabilidad a nivel nacional es fundamental y se convertiría en un aliado estratégico.
Su aporte es amplio y sus objetivos finales son claros: mejorar la calidad de vida de las personas y dotar a las empresas de una herramienta para potenciar su crecimiento comercial y a las autoridades con una herramienta para atacar el comercio ilícito.
Una de las aplicaciones que la trazabilidad hubiera ofrecido en el contexto actual de la pandemia, es la identificación de quiénes viajaron desde el exterior hacia nuestro país, ya sea residentes o turistas, uno de los puntos más sensibles en la detección de los primeros casos.
Por otra parte, contar con un rastreo permanente de los suministros médicos a lo largo de todos los procesos hospitalarios y de salud en general, es un tema sensible. Estamos hablando de insumos médicos, medicinas, equipos y tecnologías con lo que se puede garantizar un orden y una disposición eficiente de estos artículos y sobre todo, un mejor seguimiento de los procesos de uso y esterilización correspondientes.
Esto a su vez, colabora en la administración de los inventarios, reducción de pérdidas y otros tipos de mermas y con por lo tanto con el ahorro económico en las instituciones, gracias a una mayor eficiencia operativa.
Ya instituciones y organizaciones mundiales están trabajando para conseguir una vacuna que pueda curar el COVID-19. Con la implementación de trazabilidad se tendría el control de quien la produjo, de dónde viene la vacuna, quién la importó, cómo fue su cadena de traslado, dónde se distribuye, quién la vende, quién la aplica, quién la consume y dar así todo un seguimiento integral.
Y por otro lado, como si fuera una actitud intrínseca en la humanidad, el contrabando de productos no ha faltado en la crisis. Hemos visto cómo personas inescrupulosas han querido sacar provecho de las necesidades del mercado para lucrar, ofreciendo alcohol en gel y otros productos falsificados, adulterados y contrabandeados.
En reiteradas ocasiones, hemos hablado de que la trazabilidad puede monitorear el número de lote, fecha de vencimiento y el número serial de cada producto farmacéutico y hospitalario, permitiendo un rastreo acelerado de cada unidad de producto, con lo que se puede identificar artículos que son de dudosa procedencia, esto gracias a un estándar mundial llamado GS Uno Datamatrix.
A nivel general nos mantenemos optimistas de que ya la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) esté dando pasos en este sentido, al avanzar de forma decidida hacia un sistema de trazabilidad en medicamentos, como una forma responsable de garantizar la salud, el bienestar y el buen servicio para todos los usuarios de los servicios que presta, como lo dio a conocer a inicios de este año. Sin embargo ante la situación actual, es sumamente necesario que estas acciones se articulen como un proyecto país de TRAZABILIDD INTEGRAL, donde también se involucren las demás autoridades, como el ministerio de salud.
La Asociación GS Uno Costa Rica (GS1) experta en Trazabilidad Integral y los estándares que esta requiere, lleva ya muchos años insistiendo con las autoridades que se trabaje conjuntamente en la implementación de la trazabilidad en Costa Rica, pero lamentablemente la respuesta es siempre “silencio”.
Ante las oportunas acciones que han tomado las autoridades sobre la situación, un sistema de trazabilidad integral hubiese sido la “cereza del pastel”, pero aun así creemos que dentro de los cambios que inevitablemente traerá la crisis por la pandemia, prevalecerá la sensibilidad y conciencia de las autoridades ante la necesidad de un mayor control, rastreo y seguimiento en el sistema de salud, modelo que se puede replicar también en muchos otros sectores.
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