Por: Karen Retana, Periodista.
Fluctuaciones en el precio de materias primas clave como el cobre, combinadas con aumentos en los costos logísticos, están presionando al alza los precios de los materiales de construcción en el corto plazo.
Un ejemplo destacado es el aumento exponencial en el costo de los contenedores desde China, que han pasado de costar entre US$2.500 y US$3.000 a casi US$9.000, afectando severamente los márgenes de ganancia y los precios finales para los consumidores locales.
El incremento en los precios del transporte marítimo de contenedores se atribuye a varios factores, incluyendo una mayor exportación de vehículos eléctricos desde China, tensiones geopolíticas internacionales y cambios en las rutas navieras que han prolongado los tiempos de entrega.
Esta situación, es corroborada por propietarios y proveedores de diversas ferreterías consultadas tanto en la Gran Área Metropolitana (GAM) como en el resto de provincias, incluyendo aquellas ubicadas en las costas.
Este sector en específico enfrenta además otros desafíos como lo son los cambios significativos en los hábitos del consumidor, que prioriza sus recursos en actividades de recreación y ocio, un comportamiento que difiere al experimentado durante el periodo de pandemia, en la cual la demanda de materiales de construcción fue exponencial.
Algunos ferreteros aseguran que el consumidor busca producto de buena calidad pero en la actualidad no están dispuestos a pagar demás; buscan la economía. Esto ha obligado a muchos establecimientos a reconsiderar sus estrategias de oferta, algunos priorizando marcas líderes conocidas por su garantía y respaldo, o bien introduciendo productos con líneas económicas. Otras ferreterías medianas y pequeñas han optado por ofrecer una combinación que incluye marcas genéricas certificadas, destacando que la diferencia de precios puede llegar a ser hasta un 50% más baja.
Las ferreterías con mayor músculo financiero también negocian compras en volumen con empresas mayoristas para asegurar el producto y ofrecer precios más competitivos a sus clientes, para ganar la decisión de compra, especialmente en la Gran Área Metropolitana (GAM), donde se concentra la mayoría de los proyectos inmobiliarios y remodelaciones de edificios comerciales.
Otro desafío es la fuerte competencia gestada en el mercado luego de la pandemia la cual se ha intensificado con la entrada de nuevas ferreterías y empresas importadoras que están introduciendo nuevas marcas de productos.
Durante el primer semestre de este año estos negocios experimentaron un estancamiento en las ventas en comparación con el año anterior.
El Informe de Política Monetaria del Banco Central de Costa Rica de abril del 2024 concuerda con lo expuesto por este sector ya que la construcción experimentó una desaceleración en su crecimiento durante el primer trimestre del año con solo un 0,2% en comparación con el mismo periodo del 2023, cuando se presentó un incremento superior al 4%.
Los subsectores que se vieron más afectados fueron los proyectos residenciales, enfocados esencialmente en viviendas de interés social y grupos de ingresos medios, así como la construcción con destino público que experimentó una contracción.
De momento, existe un optimismo moderado a la espera de una recuperación significativa en este segundo semestre, impulsada por la apertura de proyectos comerciales destacados como Pequeño Mundo, PriceSmart, El Rey, Pali y Maxi Pali.
En las zonas costeras como Guanacaste, Jacó, Santa Teresa, Cóbano y Uvita, se observa un boom en la construcción especialmente en torres y comercios, lo que refuerza la demanda de materiales de construcción.
Los representantes de las ferreterías explican que la entrega de materiales de construcción se ha regulado a nivel general después de la pandemia, a excepción de algunos materiales de la rama eléctrica que presentan cierta escasez.
Adaptarse a estos cambios será crucial para las ferreterías que buscan mantener su competitividad y satisfacer la demanda creciente en un mercado en constante evolución.
La construcción se desaceleró debido a menor ejecución de obra pública y la caída en el inicio de nuevas edificaciones residenciales. Variación interanual en porcentajes.
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