Por: Melissa Concepción, coach y asesora en manejo de personal.
La pandemia transformó los entornos laborales de una manera inédita para muchas empresas en Costa Rica y el mundo. pues tuvieron que enviar a los colaboradores a sus casas. Pero ahora, muchas de esas mismas empresas se preguntan si lo mejor es mantener estos modelos de trabajo remotos, híbridos. O regresar al 100% de presencialidad.
La respuesta a esta pregunta depende de la estrategia y la necesidad de cada negocio. No obstante, independientemente de si la empresa es más o menos tradicional, debe atemperarse a los tiempos que vivimos.
¿Qué nos enseñó la pandemia? Que las cosas pueden cambiar. Y que sobrevive el que se adapte con mayor facilidad. Las empresas que modificaron sus esquemas de trabajo para la virtualidad siguieron funcionando. Lograron mitigar algunos de los impactos negativos. Por eso, las empresas que movieron parte del trabajo a la virtualidad hoy se preguntan si deben volver al modelo presencial. Esto ya que sus costos operacionales, en muchos de los casos, disminuyeron.
Cualquiera que sea el modelo por el que se incline una organización, deberá seguir algunos pasos. Esto para garantizar la productividad de los equipos y el trabajo satisfactorio para todos. Por ejemplo:
Se deben analizar los pros y los contras de cada modelo de trabajo. El ejercicio se puede realizar con datos que se han extraído de las experiencias de muchas otras empresas.
Cada persona es diferente. Cada equipo de trabajo es distinto. Por ello, siempre recomiendo a las empresas evaluar muy bien para decidir cuál modelo es el funcional. No importa si trabajan en remoto o en una oficina, es deber de la empresa crear una experiencia plena para todos.
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