Contratos por algoritmos inteligentes e indeterminación cuántica

Por: Dr. Juan Diego Sánchez Sánchez, Ph.D Asesor y analista financiero, abogado, profesor e investigador

Por: Dr. Juan Diego Sánchez Sánchez, Ph.D
Asesor y analista financiero, abogado, profesor e investigador

El contrato inteligente es definido por aquella figura convencional, donde las partes involucradas recurren al uso de un algoritmo de programación autónomo, usualmente ligado a la cadena de bloques, el cual mantiene en resguardo el activo, valor, bien, o masa dineraria, para ser ejecutado en un periodo determinado, pero sujeto al acaecimiento de un hecho futuro, probable y posible, el cual tiene diferentes escenarios de sucesión, pudiendo ocurrir de forma absoluta, no darse del todo, o presentar un punto medio en su materialidad.

Para esta dinámica contractual las personas involucradas deben definir los parámetros específicos, así como las indicaciones dadas al sistema inteligente, el cual no procede a ninguna ejecución, salvo que el hecho sobre el cual recaiga el contrato mismo acontezca, debiendo señalarse claramente las actuaciones que el algoritmo debe realizar en caso del suceso de los diferentes escenarios posibles, evidenciando la imposibilidad del retracto de las partes y el empoderamiento del sistema mismo.

Ejemplo de esto puede observarse en una opción de compra de acciones, donde un potencial socio se compromete a adquirir los títulos siempre que el precio señale un monto determinado, mientras que la sociedad mercantil pacta en referencia a la promesa de venta. Ambas partes proceder a dictar las indicaciones al sistema blockchain, previo depósito del valor de las acciones, así como el endoso accionario electrónico por la entidad, quedando ambos en custodia del sistema inteligente, y no llegando a ejecutarse, sino hasta que el tiempo del contrato se cumpla, siempre que la condición del precio se presente. En caso de darse los supuestos el algoritmo procede a rebajar de la cuenta el importe dinerario para trasladarlo al haber societario, trasmitiendo a la vez la propiedad de los documentos al comprador, y en caso de no darse, todo se devuelve a su estado original.

Ahora bien, en este tipo de contrato suelen presentarse tres escenarios, siendo la incidencia del acontecimiento futuro definido, su existencia contraria, o bien, un punto intermedio entre ellos, presentado así una especie de probabilidades de ocurrencia. No obstante, en relación a los posibles sucesos dados entre la situación esperada y la adversa, pueden observarse una cantidad amplia de hechos probables y posibles, dando paso así al concepto de la indeterminación de observancia, la cual al ser ligada a datos entrelazados y partículas informativas, permite y gracias a la metrología cuántica, el señalamiento de una amplitud de honda probabilística en todas las situaciones eventuales.

Lo anterior se coliga a los conceptos del entrelazamiento y la indeterminación cuántica, señalando el primero una interacción constante de la materia y la información aún cuando hayan sido separadas por el espacio tiempo, mientras que el segundo presenta la hipótesis referente a que todos los escenarios que derivan de un mismo momento son posibles, pero con probabilidades diferentes, pudiendo darse o no en función de la observancia y el flujo de datos, materia y energía.

Al extrapolar estos elementos al algoritmo inteligente de gestión contractual, pueden generarse diversos escenarios, donde el planteamiento de indicaciones absolutas por las partes involucradas resulta ser insuficiente, entrando en juego el uso de la inteligencia artificial en función de la metrología y criptografía cuánticas, obteniendo así una diversidad amplia de escenarios, y generando una autonomía de ejecución del contrato y sus derivados.

En línea de lo anterior, podrían observarse variables tales como la reinversión del activo en custodia, la derivación de instrumentos financieros por parte del algoritmo, así como la apertura de opciones de compra y venta, todo en función de las indicaciones y los prompts dados por las partes, pero en ligamen a la indeterminación de escenarios, así como al concepto amplitud de honda, que señala la probabilidad discreta de ocurrencia de todas las posibles situaciones, permitiendo al sistema inteligente la toma de decisiones en referencia al mayor beneficio pecuniario y rentable para los contratantes, pero dependiendo de la calidad de la información y las restricciones programáticas en las cláusulas del acuerdo.

Sin duda el auge de las nuevas tecnologías ligadas a la información cuántica es disruptiva y al ser utilizadas con relación a algoritmos inteligentes, su alcance es sumamente potente, y más allá de su crítica o cuestionamiento, es menester su comprensión y entendimiento, pues en esencia son aplicaciones actualmente utilizadas pero carentes de regulación.

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1 Comment

  • Gracias Juan Diego,
    Perfecto, una fuente de información para el manejo digital de Derivados Financieros

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