Por: Guillermo Varela
Director ejecutivo Asociación GS Uno Costa Rica
¿Será usted una de las muchas personas que en los últimos seis meses ha utilizado alguna de las muchas plataformas electrónicas que ya existen para realizar alguna compra?, o ¿será usted uno de los muchos empresarios que en los últimos seis meses ha tenido que crear o utilizar una plataforma electrónica o red social para comercializar sus productos?, en ambos casos, estoy seguro de que la respuesta será afirmativa.
Con la llegada de la pandemia se transformó la dinámica comercial, acelerando el cambio a nuevas formas de hacer negocios por parte de las empresas y de actuar como nuevos consumidores ante la nueva realidad del mercado local y global. Esta “nueva realidad” obliga a que cada vez más empresas nazcan o migren a las ventas electrónicas.
Afortunadamente, esta ha sido una extraordinaria herramienta para que los costarricenses generen ingresos y por lo tanto dinámica comercial, en momentos díficiles para la economía.
Sin embargo, existen muchos vacíos legales en materia de comercio electrónico, que deja sin amparo tanto a empresas como a consumidores, lo que es realmente grave en el contexto actual.
En 2013 se presentó ante la Asamblea Legislativa el proyecto de Ley No.19.012, de Servicios de la Sociedad de la Información –Ley de Comercio Electrónico-, que pretende establecer un marco conceptual y jurídico, sometido a parámetros internacionalmente aceptados en la materia, para atender cada una de las transacciones electrónicas que los costarricenses efectúen, tanto dentro como fuera del país. Lamentablemente, dicho proyecto se encuentra archivado desde 2018.
Dentro de este ya casi eterno “viacrucis” en la Asamblea Legislativa, han sido propuestos por lo menos otros dos proyectos, uno de ellos haciendo cambios al Código de Comercio, pero, para variar, tampoco han avanzado, mientras persiste la incapacidad por parte de las autoridades para resolver un reclamo relacionado con comercio electrónico. Es decir, hoy las leyes que supondríamos podría regir esta materia, se encuentran obsoletas, si utilizamos términos electrónicos.
Desde la Asociación GS Uno Costa Rica y como especialistas en comercio electrónico, solicitamos a los diputados que retomen la discusión de este tema en el plenario, pues es un proyecto de ley que urge para dar protección y seguridad a los empresarios y consumidores costarricenses.
Debemos entender que en la actualidad la tecnología deja obsoleta a las leyes y esto no debe significar que los consumidores quedemos desamparados, en un momento en que la mayoría de las transacciones se realizan por medios no físicos.
El proyecto de ley No.19.012 contempla desde las compras realizadas a través de plataformas electrónicas, como páginas web, correos electrónicos o chats, es decir, por medio de cualquier medio donde las partes estén físicamente separadas, hasta la simple consulta de información y la publicidad en línea, redes sociales, correos electrónicos, etc., Incluso, dicho marco normativo se deja abierto, ante la potencial aparición de nuevos servicios de la sociedad de la información.
Creemos que a pesar de que son esfuerzos válidos, las reformas realizadas al Código de Comercio, al Código de Procedimientos Civiles y a la Ley de Contratación Administrativa, no son suficientes para cubrir el total de esta nueva realidad.
Los principales beneficiados con una ley clara y amplia, no solo serán los usuarios electrónicos, sean empresarios o consumidores, sino también el mismo gobierno, ya que, Costa Rica contará con un marco normativo que guiará sus transacciones, apegada a las principales leyes que se han promulgado a nivel internacional y en países pioneros en la regulación de las tecnologías de la información.
Desde nuestra perspectiva es de suma importancia estar amparados a una ley actual, porque somos testigos de que muchísimas pymes luchan a diario por sobrevivir y para esto, utilizan medios electrónicos.
El comercio electrónico vino para quedarse, convirtiéndose ya en una necesidad y a pesar de que sabemos que nuestros legisladores se encuentran enfocados en temas delicados, solicitamos que estos vacíos legales se solventen de una vez por todas, ya que hoy más que nunca, debemos apoyar el crecimiento de las empresas a partir de estos nuevos procesos de innovación.
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