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Hay algunas variables que se deben cuantificar y medir en el tiempo para poder determinar cuándo es el momento ideal para hacer un cambio o renovación de flota en una compañía. Estos cálculos son fundamentales para identificar riesgos y determinar el ciclo de vida de los bienes. En este caso de los vehículos.
Para Marco Arias, consultor internacional, conocer Costo total de la propiedad (TCO) genera grandes beneficios a la empresa.
Para el especialista, este es un indicador real de cuánto le cuesta a una empresa tener un bien. En este caso la flota vehicular. Además de determinar el ciclo de vida de estos bienes, para saber cuándo es recomendable hacer un cambio. Uno de los campos en los que se ha aplicado TCO a nivel mundial es en la evaluación de flotas.
“La correcta utilización del TCO le puede ayudar en la toma de decisiones. Para llevar un control fluido de como debe gestionarse una flota para tener beneficios financieros en una compañía. A la hora de tomar decisiones no debemos solo mirar el precio de compra de cada camión para que nos generen el rendimiento esperado”, explica Arias.
El tiempo de vida útil de un bien como un vehículo depende de distintos factores. Algunos propios de la empresa, como el kilometraje que se recorre o la forma en la que manejar el conductor. Otras dependen del fabricante y la confiabilidad de esa marca. También algunos factores del mercado como el precio de reventa, algo que depende de la oferta y demanda.
Arias explicó que existen varios métodos para tomar decisiones de cuándo adquirir o renovar flota. Pero es importante que cada compañía contemple el ciclo de vida completo del vehículo.
Según Arias, en el TCO hay dos tipos de costos. Algunos son muy básicos que es muy común que las compañías los tengan registrado en su contabilidad, como la depreciación real que se puede conseguir en distintas fuentes.
Están además los costos financieros que incluye el costo del dinero. Esto independiente de la forma en la que decidamos adquirir el vehículo (leasing o financiados). Ese costo varía en el tiempo y es importante contemplarlo en el ciclo de vida del vehículo. Dependiendo de la estrategia financiera, también hay un escudo fiscal, que es un beneficio y se debe tomar en cuenta. Hay otros como el costo de seguros y el consumo de combustible que es de los más variables y depende de la cantidad de kilómetros que se van a recorrer, así como el mantenimiento y las reparaciones.
“Otros factores que no son tan fácil de cuantificar, pero afectan el costo, también deben ser contemplados. Como la obsolescencia tecnológica, los costos por un camión varado, la motivación de los empleados al usar un vehículo más nuevo que uno usado”, aclaró el experto.
Una vez calculados esos costos, el ingeniero recomienda que se debe sensibilizarlos. Es decir, valorar el impacto de qué sucede si cambian algunas variables. Por ejemplo, qué pasa si suben tasas de interés, si suben los costos de combustible. Esto principalmente ahora con las condiciones de la economía hay más incertidumbre y es importante determinar riesgos.
En resumen, hay dos etapas importantes para determinar el ciclo de vida de un vehículo, en primer lugar son uno calcular el TCO y segundo sensibilizar esos datos.
“Para las empresas estas cifras son más que indicador para compra de la flota. Esta información puede ser clave para el desempeño. Son números que podemos estar monitoreando. Permiten establecer metas para la compañía y obtener beneficios positivos”, concluyó Arias.
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