No caer en compras compulsivas en Navidad que afecten luego sus finanzas
La Inteligencia Artificial (IA) irrumpió en nuestras vidas con una fuerza que a muchas personas tomó por sorpresa, afirman los especialistas. Para las organizaciones esto no fue la excepción.
De acuerdo con un informe reciente de Deloitte, el 42% de las organizaciones reportaron mejoras en la productividad, reducción de costos y eficiencia operativa tras incorporar la IA. Sin embargo, muchas siguen enfrentando desafíos relacionados con la gobernanza de esta dentro de la empresa.
Por otra parte, datos del Project Management Institute (PMI), señalan el enorme impacto que tiene en el ámbito laboral el tema de IA: de marzo a setiembre del 2023, se dio un aumento del 2000% en las ofertas de trabajo que solicitan habilidades en IA generativa. Además, señala que el 60% de los millennials mayores (de 35 a 44 años) aseguran que mejorar sus habilidades en IA será esencial; pero solo el 13% de los empleados recibió capacitación en IA.
Precisamente, la IA ha obligado a las organizaciones a implementar nuevas formas de trabajo, a las que las personas deben adaptarse. Esto, además, exige una adopción más fluida de la IA en las empresas.
“Adoptar la IA no es una opción, es una necesidad; sobre todo para aquellas empresas que desean mantenerse a la vanguardia y prosperar en los mercados. La IA no es simplemente una tecnología emergente; es una herramienta transformadora que posee el poder de revolucionar la forma en que las organizaciones operan, innovan y compiten”, explicó Felly Salas, socia fundadora de Savia Studio.
De acuerdo con Salas, las personas colaboradoras deben estar en el centro de la toma de decisiones para promover innovación y flexibilidad en pro de la adaptabilidad a los cambios del mercado, con un futuro inclusivo y ético.
“Las empresas que consideren el impacto social de la IA en las personas colaboradoras y en sus clientes estarán mejor posicionadas para un crecimiento sostenible a largo plazo”, concluye Salas.
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