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En la actualidad, que las empresas implementen estrategias que les permita aumentar su productividad, disminuir costos, y alcanzar objetivos de sostenibilidad y responsabilidad social empresarial (RSE), toma mucha importancia para que se logren mantener competitivas en sus mercados. Una forma de hacerlo, de acuerdo con especialistas, es incorporar herramientas que impulsen la eficiencia energética en sus procesos.
Un ejemplo de ello, es el estudio “¿Cómo puede el sector privado promover la eficiencia energética? Una revisión de las lecciones aprendidas y la evidencia de América Latina y el Caribe”, publicado por BID Invest. Este encontró que la eficiencia energética está íntimamente relacionada con el aumento de la productividad en las organizaciones.
El informe concluyó que un aumento del 1% en la productividad de las empresas, está asociado directamente con un aumento del 0,4% en la eficiencia energética de sus operaciones. “En otras palabras, las empresas más productivas tienden a invertir más en eficiencia energética”, destaca el BID Invest en su documento.
De acuerdo con Alex Agüero Ching, director de proyectos y socio fundador de Project Master, empresa especializada en iluminación solar, iluminación inteligente y transformación digital, “la mejora de la eficiencia energética en las empresas no solo le aportan beneficios económicos a corto plazo. También promueve la sostenibilidad a largo plazo, mejora la calidad de vida y productividad en entornos comerciales y residenciales. En este sentido, impacta positivamente el medio ambiente, le genera a la compañía un ahorro de energía, reduce sus costos, comprueba el cumplimiento de normas ambientales, y genera ambientes más saludables”.
Pero, ¿Cuáles son las tendencias que toman fuerza para este 2024 en cuanto a implementaciones en eficiencia energética, iluminación inteligente y transformación digital que impactarían a las empresas? Agüero señaló que son cuatro las principales.
Se refiere a la cuarta revolución industrial. Se caracteriza por la integración de tecnologías avanzadas en procesos de fabricación y cadena de suministro. Busca lograr una mayor eficiencia, flexibilidad y personalización en los procesos, así como mejorar la toma de decisiones a través de la recopilación y análisis de datos en tiempo real. Esta revolución industrial tiene un impacto significativo en la forma en que operan las empresas y en la economía en general, promoviendo la innovación y la competitividad en el ámbito global. En el ámbito de la eficiencia energética, Agüero destacó dos pilares de la Industria 4.0:
Agüero señaló que este concepto ha venido ampliándose de solo buenas prácticas empresariales, a todo lo relacionado con generar impacto positivo en la comunidad, colaboradores y medio ambiente. Por ejemplo, el correcto manejo de residuos y reducción de consumo energético mediante iluminación inteligente. En este sentido, la RSE y Sostenibilidad están siendo un disparador para que las empresas implementen estrategias de eficiencia energética que conviertan a las compañías en Sostenibles desde los tres pilares que conlleva (Ambiental, Social y de Gobernanza).
Cada vez más hay mayor interés por parte de las empresas en certificar sus procesos y operaciones en diversas normas técnicas internacionales. Por ejemplo, la ISO 9001, de Calidad; ISO 14001, de Ambiente, e ISO 50001 de Eficiencia Energética. Agüero comentó que las certificaciones se han convertido también en una forma de que la empresa pueda acelerar su acceso a mercados internacionales, pues ostentar estas certificaciones reduce considerablemente las auditorías externas que exigen esos mercados como requisito de entrada, pues ya han implementado iniciativas que garantizan procesos de calidad, de eficiencia, y menores impactos en el ambiente, comunidades y colaboradores, cumpliendo y certificando requisitos que sus clientes pueden exigirles a la hora de comprar sus servicios o productos.
Las empresas han iniciado a implementar estrategias agresivas que logren reducir en menor tiempo su consumo eléctrico y aumente su eficiencia energética. Por ejemplo, estrategias que impulsen la reducción de consumo de energía en procesos de refrigeración o de iluminación. También que signifiquen un ahorro energía al máximo reduciendo el consumo aprovechando tecnologías como la de la iluminación inteligente, Big Data, Internet de las Cosas (IoT), lámparas solares, o paneles solares. Además, en el caso de los paneles solares, inyectar la energía que producen a la su red eléctrica para autoconsumo. En estos casos logran registrar reducciones en los recibos eléctricos de forma inmediata de entre un 30% a 50%.
“No se trata solo de establecer o seleccionar una estrategia, sino de comprometerse con ella para lograr la eficiencia energética e impactar procesos de Sostenibilidad y Productividad. Las empresas que no implementen estas tendencias de mercado, perderán competitividad, ya que es algo que los consumidores están exigiendo en la actualidad: compañías comprometidas con la Sostenibilidad y que sean socialmente responsables”, afirmó el director de proyectos de Project Master.
Añadió que, para implementar estas tendencias, primero se debe establecer una política de eficiencia energética y sostenibilidad. Segundo, se debe nombrar un responsable de poner a funcionar e implementar ese proceso y que su función principal sea únicamente esa. Como tercer paso, la compañía debe darle contenido económico mediante un presupuesto al proyecto. Posteriormente, ese responsable debe buscar aliados estratégicos de negocio que le ayuden a alcanzar sus objetivos de eficiencia energética.
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