¿Cómo reactivar mi negocio tras el impacto negativo del COVID-19?

Cámara Costarricense de la Salud

Uno de los sectores más impactados con la llegada del COVID-19 ha sido el de los negocios. En Costa Rica ya se observan diariamente negocios cerrados, despidos de trabajadores o redución de sus jornadas laborales para poder continuar operando.

Además, las ventas de las empresas han caído a mínimos históricos debido al aislamiento social que estamos viviendo, paralizando ya por más de un mes la mayor parte del comercio en el país y trayendo consigo un aletargamiento de las empresas.

Ante esto, expertos en negocios señalan que las empresas y comercios nacionales deben empezar a tomar acciones para reactivar sus operaciones y reducir el impacto negativo en su economía y en la del país en general, y para esto las próximas semanas serán vitales.

“Es muy importante que tras la Semana Santa los negocios empiecen a evaluar la forma en que puedan reactivarse, siempre dentro de la realidad actual que todavía sigue siendo un poco limitada por la cuarentena, pero que aún así da muchas oportunidades”, considera Ana Alfaro, mentora de negocios y directora de You Pura Vida.

¿Pero cómo lograrlo en medio de una situación tan adversa? De acuerdo con Alfaro, el primer paso es realizar un análisis profundo del producto o servicio que el negocio venía trabajando para así darle un giro y empezar a ofrecerlo de forma distinta a como se venía realizando.

“Es importante tener claro que el COVID-19 provocó un quiebre en la forma de hacer negocios en nuestro país, por lo que saber si mi producto o servicio todavía puede competir en esta nueva realidad empresarial es vital para crear todas las estrategias del negocio”, explicó Alfaro.

Una vez que el negocio ha analizado su producto o servicio, la experta recomienda seguir 5 pasos más para aprovechar las nuevas oportunidades que se generarán con esta crisis:

  1. Las cosas no serán como antes. Los negocios deben entender que ya no serán como los conocíamos. El COVID-19 provocó un cambio radical en el comportamiento del consumidor y en cómo se manejan las empresas. El consumidor, en esta cuarentena, se ha adaptado a nuevos hábitos de consumo digital y va a querer seguir recibiendo sus beneficios, como que le dejen el producto que compró hasta la puerta de su casa, por ejemplo.
  2. Redefinir el perfil de nuestro cliente. Si antes del COVID-19 nos dirigiamos a un perfil de cliente cuyo poder adquisitivo se vio muy golpeado con esta pandemia, entonces el negocio debe evaluar si se puede redirigir a otro perfil que todavía tenga poder adquisitivo para generar ventas.
  3. Elaborar un nuevo Plan Financiero. Es importante que el negocio reduzca al máximo sus costos fijos o recurrentes, además de optimizar su logistica y productividad para maximizar la rentabilidad del producto o servicio. Este plan financiero debe redirigir los recursos a las nuevas necesidades de los clientes.
  4. Impulso a través de las redes sociales. Los negocios deben aprovechar al máximo las redes sociales para “volverse aliados de sus clientes” y, a partir de ello, fidelizarlos para generar mayores ventas digitales por esta vía. Para esto, se debe trabajar una estrategia digital que fortalezca la presencia del negocio en Internet, que es donde están los consumidores ahora.
  5. Evaluación de nuevos productos o servicios. Con el cambio radical en la economía se va a dar la apariación de nuevos productos o servicios, así como de nuevas necesidades de los clientes, por lo que es sumamente importante analizar si mi negocio puede incursionar en ellos.

Alfaro comentó que el COVID-19 ha dirigido al país a una economía más virtual. Esto le abre las puertas a una nueva etapa en donde el consumidor va a explorar nuevos horizontes digitales, lo que implantará nuevos hábitos de consumo en ellos.

Algunas enseñanzas para las empresas

Para Alfaro, la pandemia debe dejar enseñanzas a los negocios para enfrentar posible nuevas crisis. Precisamente, la directora de You Pura Vida apunta cuatro:

  1. Prepararse financieramente con un fondo de ahorro que permita a la empresa subsistir de 3 a 6 meses.
  2. Educar financieramente a los colaboradores para que ellos puedan reaccionar ante otra posible crisis.
  3. La empresa debe adaptarse a las nuevas tecnologías para aprovechar las ventajas que esta ofrece.
  4. Elaborar un plan de contingencia que permita al negocio adaptarse ante cualquier situación.

“Mucho de lo que ha pasado en varios negocios es debido a la resistencia que tuvieron en el uso de nuevas tecnologías y porque no tenían planes de contingencia. Debido a ellos, cuando llegó la pandemia, los negocios no reaccionaron oportunamente. Por eso es muy importante, a partir de todo lo que ha pasado, aprender a prevenir cualquier situación, hasta la menos pensada”, concluyó Alfaro.

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