Un inadecuado plan de control de peligros dentro de las organizaciones de alimentos puede provocarle a este tipo de empresas importantes afectaciones en sus operaciones. Principalmente, una afectación directa en la salud pública, lo que conllevará a que también el negocio sufra pérdidas financieras y de credibilidad.
Carolina González, consultora asociada de TAMA Adv., explicó que un plan de control de peligros es una herramienta para analizar e identificar dónde podrían nacer potenciales peligros para los alimentos producidos por una organización.
Asimismo, la implementación de este tipo de plan permite determinar para cuáles de estos peligros será indispensable contar con medidas de control. Las cuales garanticen su eliminación o disminución a niveles aceptables. Una vez determinado este último paso, permite establecer si esas medidas de control pueden ser monitoreadas de forma constante.
“Esto porque se ha determinado que el monitoreo es primordial para generar un adecuado control de peligros y únicamente, mediante la validación de la eficacia y verificación constante, se puede determinar que las mismas medidas de control realmente funcionan según el fin previsto”, afirmó la especialista de TAMA Adv.
Añadió que, siempre que se hable de manipulación de alimentos, se debe pensar en todos aquellos agentes extraños que pueden volverse peligrosos, si son incorporados o se mantienen en un alimento. Esto porque serán dañinos para el consumidor final.
“El plan de control de peligros permite identificar aquellos peligros inherentes o propios del proceso productivo de las organizaciones de alimentos. Así como de los insumos que adquirimos. Sean estos físicos, químicos, biológicos, alérgenos o radiológicos”, agregó González.
No obstante, dijo la experta, dentro de las organizaciones de alimentos existen varios obstáculos para detectar posibles peligros. Entre ellas, el desconocimiento dentro de las empresas de cómo realizar una adecuada identificación inicial de los peligros. Esto para posteriormente, hacer un análisis de cada uno de esos peligros detectados y determinar las medidas de control. Las cuales eviten que el peligro llegue a generar un impacto negativo en un futuro consumidor.
“Si desde la etapa inicial de identificación existe poca claridad para realizar la determinación de los posibles peligros, se genera un riesgo asociado. Esto ya que la empresa no conocerá de forma certera cuáles son esos peligros que debe buscar reducir o eliminar en sus procesos para garantizar productos inocuos”, aseguró González.
Otra debilidad que la experta ha detectado en las organizaciones de alimentos para establecer un plan de control de peligros, es el entender realmente qué implica este tipo de plan. Esto ya que no es sólo la identificación inicial de peligros y su evaluación. Sino entender la importancia de un seguimiento adecuado de las medidas de control, sus tendencias y sus posibles mejoras.
“Contar con un plan de control de peligros en la organización de alimentos brinda tranquilidad en primera instancia. Esto porque estaremos seguros que los posibles peligros que pueden llegar a nuestros productos, están siendo controlados por nosotros como organización. Además, repercute positivamente en el tema de imagen. Así como de continuidad y rentabilidad del negocio. Esto ya que un debido control de peligros disminuye el riesgo de que una empresa tenga que ejecutar. Por ejemplo, un retiro de mercado por un peligro no controlado que terminó impactando la inocuidad del producto final brindado al consumidor”, afirmó González.
González señaló que el profesional encargado de elaborar y ejecutar el plan de control de riesgos dentro de las organizaciones de alimentos debe tener un perfil específico. Esto por la importancia de este cargo dentro de las empresas. Igualmente, no siempre será desarrollado por un perfil específico, por lo que es importante garantizar que se cuente con conocimientos combinados específicos de los integrantes. Y que generen las competencias necesarias para ejecutar estos análisis.
“Debería ser personal con amplia experiencia en la industria de alimentos. Así como en el proceso y producto elaborado por la organización. Esto ya que cada organización es diferente. También se debe conocer a fondo la teoría y temas técnicos propios asociado a los peligros. Debe ser un personal con conocimiento y experiencia para saber qué información se debe consultar, bases de datos confiables, criterios para el análisis y con experiencia que permita amarrar toda la información y tropicalizarla a las necesidades de la organización”, mencionó la consultora de TAMA Adv.
La experta mencionó que, ante ello, y con el fin de capacitar personal especializado para trabajar de forma adecuada un plan de control de peligros, la firma TAMA ADV. brindará el curso “Identificación y análisis de peligros para la implementación del plan de control de peligros según el enfoque sistemático de FSSC 22000 v5.1”. Este se realizará del 25 al 26 de octubre , de 8:30 a.m. a 12:30 p.m., ambos días, en metodología virtual sincrónica.
González explicó que este curso tendrá un enfoque de cómo desarrollar un plan de control de peligros para esquemas tales como FSSC 22000 v5.1. Durante ambos días, los participantes, junto a los especialistas de TAMA Adv. explorarán todos los pasos preliminares y la importancia de los mismos. Así como la utilización de herramientas novedosas para poder gestionar de manera integral el plan de control de peligros.
Los interesados en participar en el curso pueden realizar su inscripción mediante el link: https://www.tamaadv.com/inscripcion-cursos. Asimismo, pueden solicitar mayor información mediante la página web: https://www.tamaadv.com/.
“La competencia necesaria para liderar y ser partícipe activo en cualquier plan de control de peligros, en la mayoría de los casos, es fortalecida con procesos de capacitación y formación. Si no comprendemos los requisitos a cumplir, los pasos a seguir y las herramientas que debemos utilizar. O peor aún, la importancia de cada uno de ellos, no podremos involucrarnos para llevar el plan de control de peligros al 100 % en nuestras organizaciones”, concluyó la consultora asociada de TAMA Adv.
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