Así evoluciona el modelo de arquitectura de red

Actualmente, las empresas tienen la necesidad de tener acceso a los recursos en cualquier momento y lugar dondequiera que se encuentren. Ante esto, de acuerdo con expertos, han tenido que impulsar una fuerza laboral más distribuida y organizada, mediante arquitectura de red.

Para Alonso Ramírez, gerente Regional de Ciberseguridad de GBM, tanto la oferta como la demanda de servicios de conectividad y seguridad en la nube, se han convertido no solo en una opción. Sino en un requisito obligatorio para las empresas de todos los tamaños y alcances. Ello para garantizar el acceso a las actualizaciones más importante.

Pero, ¿Cómo ha evolucionado el modelo de arquitectura en la red?

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Evolución de la arquitectura de red

De acuerdo con Ramírez, el panorama actual de la evolución de la arquitectura de red se puede resumir en cuatro aspectos importantes.

1. Adopción en la nube. Las aplicaciones y los servicios en la nube han crecido exponencialmente. Hoy en día la mayoría de organizaciones optan por mantenerse en la nube y depender totalmente de ella. Cada año las empresas generan más datos y estos datos se almacenan cada vez con más frecuencia en aplicaciones de software como servicio (SaaS) en la nube pública.
2. Oficinas remotas. La cantidad de empresas que han optado por enviar a sus empleados a trabajar desde casa es un porcentaje mayoritario. A medida que las organizaciones se expanden a nuevos mercados comprando empresas más pequeñas. Por ello, el número de sucursales y oficinas remotas también crece. Esto exige un crecimiento en seguridad y conectividad para ellos mismos.
3. Usuarios itinerantes. Las organizaciones han aprendido que la mayor parte del trabajo se puede realizar prácticamente desde cualquier lugar con solo tener el dispositivo y conexión a la red. Organizaciones modernas reconocen cada vez más que el trabajo es una actividad, no un lugar y mientras las tareas sean completadas no habrá ningún problema.
4. Incremento de tráfico en la red. Este aumento de la carga de tráfico está ejerciendo una presión cada vez mayor sobre la infraestructura de red existente y los procesos de seguridad centralizados. Ello conlleva una reducción del rendimiento, una productividad más baja y una experiencia de usuario deficiente en general.

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