Así deben gestionar las empresas los casos de acoso laboral

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Así deben gestionar las empresas los casos de acoso laboral

En un contexto donde cada vez cobra mayor relevancia la construcción de entornos laborales sanos y respetuosos, el acoso laboral, conocido como mobbing, continúa generando dudas tanto en empleadores como en personas trabajadoras.

De acuerdo con los especialistas en derecho laboral, aunque Costa Rica no cuenta con una ley específica que lo regule, esta figura ha sido ampliamente reconocida y desarrollada por la jurisprudencia. Así como por las autoridades administrativas.

Así lo explicó Óscar Corrales, abogado laboralista y socio de BDS Asesores.

De acuerdo con el especialista, lo primero que hay que tener en cuenta es que, en el trabajo, no toda sanción disciplinaria puede catalogarse como acoso laboral.

“A pesar de la ausencia de una normativa expresa, el acoso laboral sí tiene un marco de interpretación jurídica. Las empresas deben saber cómo identificarlo, pero también distinguir claramente cuándo no aplica”, afirmó Corrales.

De acuerdo con la Sala Segunda de la Corte Suprema de Justicia, el acoso laboral se define como una conducta intencionada, sistemática y prolongada en el tiempo, dirigida a afectar la dignidad de la persona trabajadora, con consecuencias emocionales como ansiedad, aislamiento o incluso la renuncia.

El abogado señaló que, para que una conducta pueda ser calificada como acoso laboral, deben estar presentes elementos fundamentales. Entre ellos, la intencionalidad, la repetición, la duración y, con frecuencia, una asimetría de poder entre las partes.

“Una llamada de atención debidamente fundamentada, aunque resulte incómoda para el colaborador, no constituye acoso”, enfatizó Corrales.

Percepciones subjetivas de acoso laboral

El experto también señala que es común que algunas denuncias respondan a percepciones subjetivas o a comparaciones con otras situaciones disciplinarias. Ello, dijo, no necesariamente refleja un acto indebido por parte de la jefatura.

Ante este panorama, Corrales recomienda a las empresas invertir en formación constante, especialmente para quienes ejercen roles de liderazgo.

“La capacitación en comunicación, liderazgo y resolución de conflictos es una herramienta clave para prevenir situaciones que puedan interpretarse como acoso”, agregó.

Además de los esfuerzos preventivos, es esencial contar con protocolos claros para investigar objetivamente cualquier denuncia, garantizando el debido proceso y el respeto a los derechos de todas las partes involucradas.

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