Estas son las características de los contadores que buscan las pymes
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La pandemia afectó tanto a las personas como a las empresas desde un punto de vista financiero. Y en muchos casos, ambas consideran la solicitud de un préstamo financiero como una opción para salir de estas dificultades.
Sin embargo, si no se sabe manejar de la mejor forma, este préstamo podría traer consecuencias a mediano plazo. Por eso, antes de solicitarlo, es conveniente seguir algunas recomendaciones para que este no se convierta en un dolor de cabeza.
Lo primero es entender bien qué es un préstamo financiero.
De acuerdo con Ennio Rodríguez, presidente de la Junta Directiva del Colegio de Ciencias Económicas de Costa Rica, un préstamo financiero es una operación por la cual un prestamista otorga, mediante un contrato entre las partes, una cantidad de dinero a un prestatario. Esta puede ser una persona o empresa. Además, esta transacción se realiza a cambio de la obtención de un interés, el cual el prestatario se compromete a pagar en cuotas a plazo.
Estos normalmente, son solicitados por motivos como atender una emergencia, o porque se deben realizar compras grandes. También para cursar estudios universitarios o capacitaciones, adelantar el disfrutes de momentos sin tener que realizar un ahorro, o refundir deudas. O cuando los gastos corrientes son mayores a los ingresos, entre muchos otros.
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Para Rodríguez, antes de solicitar un préstamo financiero, se deben analizar algunos puntos importantes.
El primero es considerar si la persona realmente necesita ese préstamo según el objetivo que tenga.
Si el análisis determina que sí se necesita el préstamo, el segundo elemento es analizar cuidadosamente la capacidad de pago. Esto para estar seguros de que sí podrá hacer frente a las cuotas.
“Para determinar la capacidad de pago deberá realizarse un presupuesto. Debe incluir todos los gastos y cuotas de préstamos. Y compararlo con el presupuesto de ingresos. También conviene que el pago del crédito sea cercano y posterior a las fechas de pago de salario o que se haga mediante deducción de planilla”, señaló Rodríguez.
El tercer punto es realizar un presupuesto de gastos y si la diferencia positiva entre los ingresos y gastos no es suficiente para pagar el crédito, se debe definir cuáles son los gastos que se está dispuesto a sacrificar para hacer frente a las cuotas del préstamo.
Para Rodríguez, además, valorar las opciones de crédito de que dispone la persona en otras entidades, como tarjetas de crédito, crédito de vivienda o de vehículo, por ejemplo, es muy importante.
El experto señaló que otro elemento a considerar es que no se debe manchar el historial crediticio. “Esto pues pondría en peligro el acceso futuro a nuevos créditos. A quienes empiezan, es importante construir una buena historia crediticia, para ello solo tomar créditos en los que haya certeza de la capacidad de pago”, afirmó.
Finalmente, la persona debe estar consciente del costo total del crédito y no conformarse con el análisis de capacidad de pago de las cuotas. “Estas pueden estar escondiendo intereses o comisiones muy elevados”, agregó Rodríguez.
Si después de ese análisis la persona decidió continuar con la solicitud del préstamo, la entidad financiera, una vez reciba la solicitud, también realizará un análisis.
Este buscará determinar la capacidad de pago. Además dependerá del tipo de crédito de acuerdo con la garantía. Es decir, si es fiduciaria, prendaria, hipotecaria, fianza.
Este análisis incluirá la historia crediticia, el flujo de caja, análisis de estrés (que pasaría si cambian condiciones como la tasa de interés con la capacidad de pago). Y también la calidad de la cobertura que la garantía otorga.
“En una institución financiera regulada, normalmente el primer paso es el análisis del oficial de crédito. Después lo ve el comité de riesgo. Y luego pasa al comité de crédito que normalmente aprueba”, explicó Rodríguez.
Una vez aprobado el préstamo, la persona debe tener muy clara la tasa de interés que pagará. Así como todos los costos de formalización, comisiones y otros.
“Algunas entidades no reguladas incluyen costos para mitigar el riesgo que para ellos significa el análisis más somero del crédito. Investigar si existen otros costos durante la ejecución del crédito”, añadió Rodríguez.
Adicionalmente, la persona que solicita el crédito debe saber si existen penalidades por pronto pago.
Otra recomendación del experto es que aunque las tasas de interés puedan parecer más atractivas en dólares que en colones, se recomienda endeudarse en la moneda de la mayor fuente de ingresos. Además agregó que el monto máximo de las cuotas de todos los préstamos no debe superar el 40% de los ingresos.
Finalmente, se debe tomar en cuenta que los intereses pueden ser variables. Esto provoca que los pagos se puedan incrementar.
Rodríguez añadió una recomendación final, esto para mantener las finanzas sanas durante el plazo del préstamo.
“La principal recomendación es llevar un presupuesto detallado de ingresos y gastos. Así como clasificar los gastos en fijos o imprescindibles (luz, agua, alquiler, comida, alquiler, cuotas de créditos, etc.) y los prescindibles (suscripciones a cable, periódicos, salidas con amigos, etc.). Esto para tomar decisiones de reducción de gastos a tiempo. Además, se debe intentar el pronto pago de los préstamos que tengan las tasas de interés más altas”, concluyó el presidente del Colegio de Ciencias Económicas.
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