Falta de presupuesto provoca incertidumbre en el hogar

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Falta de presupuesto provoca incertidumbre en el hogar

La falta de contar con un presupuesto para llevar las finanzas puede generar incertidumbre en el hogar. Así lo consideran expertos en finanzas.

Kimberly Quesada, jefa del Asesoría Financiera de Coopenae, comentó que diariamente identifican que las situaciones económicas críticas que sufre mucha gente son porque no están presupuestando su dinero. Ello ya sea en una hoja de papel, en su cuaderno de apuntes o en una tabla de Excel en la computadora. 

“Hemos detectado que las personas que buscan asesorarse financieramente hacen esos números en la cabeza. Creen que ahí lo tienen completamente controlado. Usan un monto de su dinero para esto y para lo otro. Cuando ven su cuenta, su billetera ya no tienen plata para otras necesidades y llegan en números rojos a final de la semana, de la quincena o del mes. Esto desencadena una situación grave de angustia y preocupación. Las personas empiezan a perder el control de su salud financiera. La cual se puede sanar usando una herramienta sencilla como es la del presupuesto”, explicó Quesada.

Añadió que las personas, al verse sin liquidez y estar así de ajustados con su dinero, tienden a pedir créditos para diversos propósitos. Esto provoca que se endeuden.

“Acá es donde hacemos un llamado a la población para que busquen un espacio, se sienten con paciencia y empiecen a hacer un presupuesto con esos números de manera física y controlada. No solo en la mente porque lo olvidamos”, dijo Quesada.  

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¿Cómo hacer un presupuesto?

“Las personas creen que hay que tener ingresos altos para desarrollar un presupuesto. Esto es otro concepto erróneo. Cada colón que se reciba o gaste debe presupuestarse, no importa si usted a la quincena recibe ¢50 mil o recibe ¢500 mil, hay que administrarlos como una empresa para garantizar su manejo efectivo”, aseguró Quesada.  

Agregó que un presupuesto debe contemplar las siguientes variables: 

  1. Ingresos: salario, y otros ingresos. 
  2. Gastos fijos: ahorro, pólizas, Seguro CCSS, impuestos, vehículo, alquiler, créditos, tarjetas. 
  3. Gastos variables: servicios públicos (teléfono, electricidad, agua, cable), estudios, supermercado, combustible, parqueos, pases de bus.  
  4. Gastos discrecionales: salidas a comer fuera, compra de otros artículos, salidas de paseo.  
  5. Ahorro: siempre de primero, sin importar el monto que la persona gane, el ahorro no puede faltar.  

Quesada mencionó que Coopenae puso a disposición una herramienta gratuita de presupuesto para los interesados. Se puede descargar desde la página https://www.coopenae.fi.cr/asesoria-financiera, en la sección “Descargables”, en Presupuesto.

“Hay personas que aseguran que no ahorran porque su salario no es suficiente. Sin embargo, los gastos hormiga hacen que la gente no logre optimizar sus desembolsos diarios. Un ejemplo claro es que vamos a trabajar y a la hora del almuerzo compramos acompañamientos como refrescos, snacks o una ensalada. En esa adquisición podemos gastar unos ¢1000. Si esto se repite en la semana, son ¢5000 que pudo ahorrar. Y si se multiplica por cuatro semanas al mes son ¢20 mil. Y al año unos ¢240 mil. El ahorro si es posible”, concluyó Quesada.   

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