El Colegio de Contadores Públicos de Costa Rica criticó las directrices emitidas en materia de impuestos por el Ministerio de Hacienda. Esto porque considera que genera confusión e incertidumbre entre los contribuyentes, según afirmaron los contadores mediante un comunicado.
De acuerdo con el Colegio, no es el momento oportuno para realizar esas modificaciones, ya que no se da el espacio para su análisis y adecuada implementación. Esto al estar la mayoría de contribuyentes en la preparación de la declaración o en algunos casos inclusive ya lo han hecho.
Aunado a esto, el Colegio manifiesta que en ocasiones estas directrices se apartan de lo que establece la Ley, creando incertidumbre a inversionistas y demás actores económicos. O bien, se emiten con falta de oportunidad para los ajustes en los sistemas y parámetros que requiere la contabilidad y cumplir con lo que se requiere.
El presidente del Colegio de Contadores Públicos, Guillermo Smith, señaló que el ejemplo más reciente ocurrió el pasado 6 de enero. En esta fecha, dijo, la Administración Tributaria emitió el Criterio Institucional (DGT-CI-04-2020) sobre el tratamiento fiscal de las ganancias y pérdidas por diferencial cambiario. Sin embargo, el 11 de febrero de 2021 comunicó por medio de su página web, que se encuentra en proceso de emitir una aclaración a dicho criterio.
“Si en la aclaración Hacienda determina que no aplica para el periodo 2020, ¿Qué deben hacer los que ya lo hicieron, o los que están tratando de completar su proceso de autoliquidación de la declaración, al no saber si ese será la resolución?”, cuestionó el presidente del Colegio de Contadores Públicos, Guillermo Smith.
Agregó que otro ejemplo, es con la declaración anual de clientes, proveedores y gastos específicos conocida como D-151 que ha tenido dos modificaciones.
Smith señaló que estas modificaciones no permiten el espacio de consultas para casos específicos de los sectores no sujetos a renta o exentos que ven cambios en sus obligaciones. Esto provoca que no se tenga certeza de la amplitud de estos, pues se emiten y varían en medio del cierre anual y las declaraciones ordinarias.
Señaló que esto los obliga a realizar revisiones y depuraciones en su mayoría en Excel o manuales. Pues la mayoría de contribuyentes no tienen un sistema contable completo, ni personal contable de planta. Tampoco era previsible anticipar el nivel de detalle que ahora se requiere.
“Esto no son buenos mensajes para los inversionistas y los contribuyentes que hacen su esfuerzo para cumplir con sus obligaciones tributarias. Dichas inconsistencias pueden dejar en un estado de indefensión frente a una fiscalización. Tampoco favorece el cumplimiento tributario. Eleva los costos del procesamiento de la información y le dificulta su labor al mismo personal del Ministerio de Hacienda. Esto porque eleva el número de consultas, la posibilidad de discusión de las determinaciones ante los tribunales,” indicó Smith.
Para el contador público, es necesario que la Administración Tributaria pueda generar la confianza suficiente y estabilidad. Esto con el fin de que los contribuyentes puedan elaborar mejor sus declaraciones y otras obligaciones.
“Para ello es conveniente que las directrices estén a derecho y puedan ser previamente analizadas antes de su entrada y también debe contarse con un clima de seguridad jurídica tributaria para el inversionista”, concluyó Smith.
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