De acuerdo con los resultados de la reciente encuesta de la firma de software bancario Temenos (SIX: TEMN), con sede en Ginebra, el 38,6% de los costarricenses confirmó que prefiere realizar sus pagos y transferencias en persona utilizando dinero en efectivo. Entre las razones destacadas por los hallazgos, alrededor del 56% de las personas encuestadas informó desconocer cómo usar plataformas digitales o aplicaciones financieras en su teléfono o computadora, y además manifestó sentir miedo a sufrir estafas electrónicas.
Canal de preferencia para realizar pagos y transferencias
Por su parte, Costa Rica ocupa el tercer lugar de los países de América Latina con mayores tasas de bancarización, el 68% de la población costarricense posee productos y servicios financieros, esto de acuerdo con la base de datos Global Findex del Banco Mundial (BM). Por lo que aunque los niveles de inclusión financiera en Costa Rica son más altos que en otros países del Istmo (donde ninguno supera el 50%), todavía hay resistencia a la transición a una cultura digital.
A pesar de que muchas personas poseen una cuenta bancaria, no aprovechan las ventajas de otros productos o servicios que ofrece el sistema financiero, algunos usuarios usan su cuenta bancaria sólo para recibir el pago de su salario, pero posteriormente retiran el dinero en un cajero automático o en sucursales bancarias para realizar sus pagos en efectivo.
Al respecto, Enrique Ramos O’Reilly, director regional de América Latina y el Caribe de Temenos, cree que el sector financiero debe enfocar mayores esfuerzos en crear mecanismos bancarios para la población de zonas rurales y de bajos ingresos, haciendo de los avances tecnológicos, como los teléfonos móviles e Internet, una herramienta necesaria para un mayor aprovechamiento de los servicios financieros.
Pero las plataformas digitales siguen ganando popularidad
Si bien, aún se utiliza dinero en efectivo en Costa Rica, la banca digital gana popularidad en la población bancarizada, ya que el 37,6% de los encuestados aprovecha los canales digitales para realizar sus transacciones, según la encuesta de la firma de software bancario, Temenos. Por su parte, el Informe Estadístico del Sistema Nacional de Pagos 2017, del Banco Central de Costa Rica (BCCR), confirma que se pasó de 64,2 millones de transacciones electrónicas en 2010 a 151 millones en 2017.
Pero además, la encuesta de Temenos señala que el 50% de las personas encuestadas indicó que la característica más importante para ellos en cuanto a los servicios bancarios es la accesibilidad digital y la asistencia al cliente 24/7. El autoservicio, donde los consumidores pueden realizar transacciones por sí mismos, brinda comodidad y ofrece seguridad, al tiempo que ofrece la ventaja de realizar transferencias bancarias, incluso a cuentas en otros países de América Central, sin necesidad de efectivo.
Asimismo, el análisis de la encuesta señala que la tecnología aplicada para la inclusión financiera reduce costos y permite el alcance masivo de servicios financieros inclusivos.
Bancarización en Centroamérica a paso lento, pero firme
Los países centroamericanos ya han comenzado a adoptar iniciativas digitales para profundizar el acceso de la población a los servicios financieros. En El Salvador, a pesar de ser uno de los países menos bancarizados del mundo (30 % según datos del Banco Mundial), las instituciones financieras como Banco Azul, han adoptado la tecnología para impulsar la innovación digital y transformar la experiencia del cliente.
Asimismo, una de las metas del Banco Central de Costa Rica (BCCR) es una cultura de cero efectivo, para ello ha impulsado la apertura de cuentas simplificadas -cuentas que se pueden abrir de forma rápida y sencilla, con solo presentar su documento de identificación vigente y un número de teléfono móvil-, Sinpe Móvil es otra de las apuestas digitales, además del proyecto de pago electrónico en transporte público.
Por su parte, en Guatemala trabajan en la formulación de la Estrategia Nacional de Inclusión Financiera, un programa con expectativa para el 2022 y que se enfocará en los ejes de acceso a servicios y productos financieros, educación y protección para los usuarios.
En la ruta hacia la inclusión financiera, “Temenos se enorgullece de asociarse con entidades que están llevando la banca a los que habían sido excluidos del sistema de bancarización, y empoderando a la comunidad local con servicios personalizados, ya que la función de un banco no es solo resguardar el dinero: debe asesorar y dar respuestas a sus clientes sobre cómo alcanzar sus objetivos de vida, desde respaldar una actividad económica, adquirir una casa, pagar los estudios, atender casos de emergencia o ir de vacaciones”, comentó el ejecutivo de Temenos.
La encuesta de Temenos recabó comentarios de 1000 consumidores costarricenses para describir los hábitos regionales de banca digital y finanzas personales.
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