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En una coyuntura como la que vive Costa Rica actualmente, una de las formas de impulsar la economía es incrementar el Gasto de Capital del Gobierno en puertos, autopistas y carreteras. Así lo considera Luis Diego Herrera, analista económico de Grupo Financiero ACOBO, quien explicó que la inversión en infraestructura pública ayuda a contrarrestar el freno del gasto en la parte privada.
“El dinero para construir ya está aprobado mediante créditos con organismos internacionales que solamente están a la espera de ser ejecutados, por lo que se pueden aprovechar para realizar mayor inversión en infraestructura“, señaló Herrera.
Agregó que, en una coyuntura como la que vive el país actualmente, es importante no reducir el gasto de capital pues dicho gasto mejora la competitividad de la economía en su totalidad y genera externalidades positivas sobre la misma. Por este motivo preocupa el hecho de que, con datos acumulados al mes de noviembre 2018, este rubro muestre una caída de 13,77% en las cuentas de ingresos y gastos del Gobierno Central, comportamiento que debiera ser al contrario.
Además, el analista comentó que “en el corto plazo no se observa una economía costarricense muy dinámica. El país aún debe realizar reformas en materia fiscal para reducir el gasto, el consumo vía crédito no mostrará los niveles previos y la economía mundial tendrá un crecimiento moderado“.
Por otra parte, Herrera considera que una preocupación para este año es que ya se esta llegando a un tope en la capacidad de endeudamiento, lo que junto a la incertidumbre que existe, se ha visto una desaceleración de la producción del país, tal como lo indica el Banco Central (BCCR) en su informe Evolución del PIB Real y la Balanza de Pagos en el III Trimestre del 2018.
Para el analista económico de Grupo Financiero ACOBO, la situación de endeudamiento es preocupante porque limita la capacidad de pago de las personas, parte de sus ingresos mensuales podrían estar siendo destinados al pago de la deuda, lo que reduce su posibilidad de adquirir bienes y servicios o atender una emergencia.
“En el agregado, esto provoca que el consumo privado en la economía se frene, desacelerando la tasa de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) ya que las personas consumen menos, provocando que las empresas empezarán a producir menos, reduciendo el nivel de empleo y, por consiguiente, las fuentes de ingresos disponible“, dijo el economista.
El alto nivel de endeudamiento se explica por las bajas tasas de interés en dólares presentes en la economía en los últimos años, la estabilidad del tipo de cambio, lo que provocó que muchas personas adquirieran créditos en dólares sin ser generadores de ellos, y el fácil acceso que tienen las personas a las tarjetas de crédito. Sin embargo, este contexto ha venido cambiando en los últimos meses dando como resultado aumentos en las tasas de interés en dólares y colones, así como una subida en el tipo de cambio.
Precisamente, para el 2019 se espera que esta tendencia al alza en el tipo de cambio y en las tasas de interés continúe dada la necesidad de recursos por parte del Gobierno así como por una mayor demanda privada de crédito. Además de estas, el analista económico espera que la inflación en el país se reduzca gracias a menores precios del petróleo y menor demanda interna, lo que no pone en riesgo el cumplimiento de la meta de inflación del BCCR (3 ± 1%).
El analista de Grupo Financiero ACOBO comentó que en cuanto al crecimiento económico de Costa Rica en el 2019, se podría esperar que sea cercano a 3,0% tomando en consideración el comportamiento reciente del consumo de los hogares, la necesidad de moderar el gasto del gobierno dada la delicada situación fiscal y las expectativas de desaceleración de la economía global. Con respecto a este último punto, cabe destacar que la Reserva Federal en sus últimas proyecciones indicó que el PIB de Estados Unidos se desaceleraría en 2019 y las proyecciones de crecimiento de China (6,2% en 2019) muestran una menor tasas de crecimiento económico.
¿Cómo se comportó la economía en el 2018?
Herrera comentó que la economía de Costa Rica en el 2018[1] se enfrentó a un entorno internacional caracterizado por la normalización de la política monetaria en Estados Unidos (aumento de tasas de interés de referencia) y Europa, elevada volatilidad en los mercados financieros internacionales, incremento del precio del petróleo y tensiones políticas entre Estados Unidos y China y las presentes en Nicaragua. A lo interno, el nivel de inflación se mantuvo dentro del rango meta (2,0%), el tipo de cambio se devaluó (6,9%), el déficit fiscal se mantiene, el nivel de deuda se incrementó y el producto se desaceleró.
Del entorno local destacó el nivel de incertidumbre y el tope en el nivel de endeudamiento de los hogares costarricense. El primero de estos elementos generó, durante el periodo electoral presidencial y a finales del año durante el proceso de aprobación de la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas, la devaluación del tipo de cambio nominal debido a la búsqueda de refugio por parte de los inversionistas.
[1] Mayor detalle en el documento “La economía costarricense en el 2018”. Banco Central de Costa Rica publicado el 28 diciembre 2018
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