La plataforma de alojamiento Airbnb dio a conocer los resultados de una encuesta realizada a anfitriones y huéspedes en Costa Rica, que muestra la dinámica de su comunidad en el país, la cual cada vez es más grande y variada, y los efectos económicos positivos que genera en el país para todos los ticos.
Según esta encuesta el Impacto Económico Directo e Indirecto Estimado de Airbnb en este país superó los US$277 millones en 2019. Esta cifra es resultado de sumar todos los gastos realizados por los huéspedes en el país: restaurantes, compras en supermercados, compras, entretenimiento y transporte.
Este Impacto Económico Directo e Indirecto Estimado es fruto, en parte, de las sugerencias que los anfitriones dan a los huéspedes para ayudarlos a vivir como verdaderos locales y a sumergirse de lleno en la cultura del lugar, al mismo tiempo que impulsan el comercio en los distintos barrios que muchas veces se encuentran fuera del circuito turístico tradicional.
A diferencia de otros modelos de negocio que extraen el dinero que generan fuera de las comunidades, la actividad de Airbnb beneficia directamente a las comunidades que los anfitriones llaman su hogar.
Según la encuesta mencionada anteriormente:
“Con estas cifras queremos mostrar cómo la comunidad de anfitriones y viajeros que utilizan Airbnb contribuyen al desarrollo económico de Costa Rica y a su vez reafirmar nuestro compromiso con el país. Seguiremos trabajando para apoyar la reactivación del turismo seguro y, por ende, a la reactivación económica, para todos los ticos”, comentó Carlos Muñoz, Director de Políticas Públicas de Airbnb para la región.
Todos estos beneficios a la economía local son posibles gracias al incansable trabajo de los anfitriones. Los anfitriones de Airbnb en Costa Rica son personas laboriosas y dedicadas que abren las puertas de sus casas a viajeros de todo el mundo con una calidez y hospitalidad que se reflejan en las reseñas recibidas en la plataforma: un 80% son de 5 estrellas, la calificación más alta posible.
Los resultados de la encuesta arrojan luz sobre el perfil de esas personas. La mayoría de ellos tienen otras ocupaciones además de ser anfitriones:
Y dedican distintos porcentajes de su tiempo a sus actividades:
Entre las razones que los llevaron a compartir un espacio en la plataforma:
En este sentido destacamos el destino del dinero que obtienen:
“Yo soy un anfitrión en Zarcero. En el 2018 decidí abrir las puertas de mi casa a viajeros de todo el mundo. Hasta que llegara la pandemia, tenía alquilado mi espacio un promedio de 8 días al mes” cuenta Joaquín, anfitrión de Airbnb en Zarcero quien está jubilado. “Ser anfitrión es una experiencia enriquecedora que me ha permitido tener ingresos para sufragar gastos de mi hogar y destinar entre 10% y 15% a gastos de mantenimiento. Los huéspedes que me han visitado buscan explorar zonas menos turísticas, ahorrar y encontrar alojamiento para toda la familia. Muchos de los turistas que nos visitan nos dicen que para ellos lo interesante es lograr vivir como ‘un vecino más’. Por ello, visitan las lecherías, restaurantes, pulperías y cafés de la comunidad zarcereña, gracias a las recomendaciones que yo mismo les doy” ilustra Don Joaquín.
Airbnb está comprometida a seguir trabajando en pos del desarrollo de turismo en Costa Rica y a seguir apoyando a su comunidad de anfitriones y huéspedes.
Al respecto, Carlos Muñoz explica que «Hoy a consecuencia de la pandemia estamos viendo una tendencia en el número de costarricenses que buscan viajar cerca de casa. Así, el 70% de las búsquedas de junio de 2020 fueron para viajes domésticos, en comparación con el 25% del año pasado. Estos destinos hiperlocales, que serán los nuevos favoritos tras la pandemia, detonarán una oportunidad sin igual para descentralizar el turismo, lo que abrirá más oportunidades de ingresos extra a las todas las personas que participan en el ecosistema turístico costarricense”.
Para finalizar Carlos Muñoz confirmó que Airbnb seguirá trabajando de la mano de diversas autoridades de gobierno, incluyendo las autoridades fiscales. “Sabemos que para seguir contribuyendo a la economía de los costarricenses a través de la democratización del turismo, debemos de hacerlo de la mano de las autoridades a diferentes niveles y prioridades. En un contexto tan desafiante como el que estamos atravesando debido a la pandemia del COVID-19 el turismo se posiciona como una herramienta que será clave a la hora de reactivar la economía debido a su poder de llevar beneficios a todos los rincones del país. Airbnb quiere ser un aliado de las comunidades y los emprendedores del turismo para que vuelvan a ponerse de pie y abrir sus puertas a todos aquellos que están ansiosos por visitarlas luego de meses de encierro”
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