Por: Alexandra Rodríguez
Directora de Normalización de INTECO
En el marco de la celebración del Día de la Normalización y siguiendo la línea de la Organización Internacional de Normalización (ISO), reflexionamos acerca de la importancia de hacer conciencia entre los costarricenses para que busquen la calidad a diario, tomando como ejemplo la revolución que han causado los videos alrededor del mundo.
¿Cuántos videos vemos al día? Esta es una pregunta que nos lleva a reflexionar sobre una herramienta informativa, de entretenimiento y de trabajo con la que interactuamos a diario. De hecho, la última Encuesta Nacional de Cultura realizada por el Instituto de Estadísticas y Censos (INEC), reveló que un 34,1% de la población mayor a cinco años ve videos en un promedio de 14,8 días al mes.
Ahora surge otra pregunta, ¿prestamos atención a la calidad de los videos que vemos? Este punto es muy importante para nosotros, pues nos permite recordar que la normalización se encuentra presente hasta en los detalles más sencillos del día a día.
Y es que los avances de la tecnología han permitido utilizar a los videos como un instrumento eficaz que llevan también una intención social de por medio. Por ejemplo, permite conectar a personas y familiares que se encuentran a grandes distancias, ha contribuido con importantes mejoras en la atención médica a través de consultas remotas y hasta hace posible expandir el alcance de la educación gracias a la modalidad de estudio virtual.
Detrás de cada una de estas aplicaciones existen normas técnicas que establecen los requisitos mínimos de calidad para asegurar que los videos puedan cumplir con su función de manera adecuada y que puedan ser accesibles para todos.
Las normas internacionales satisfacen la demanda de la industria de capacidades de compresión potentes. También permiten transiciones sin problemas a la próxima generación de tecnología de compresión de vídeo, ayudando a la industria a maximizar el retorno de cada nueva ola de inversión.
Tener normas reconocidas y respetadas en todo el mundo significa que el video codificado en un dispositivo puede ser decodificado por otro, independientemente del dispositivo que se utilice. Esto introduce economías de escala que favorecen el crecimiento del mercado, proporcionando a los innovadores la confianza necesaria para invertir en nuevas aplicaciones y servicios de vídeo.
En Costa Rica, por ejemplo, contamos con la norma internacional INTE/ISO 22311:2018 Seguridad de la sociedad. Videovigilancia. Interoperabilidad de exportación., que define el formato de intercambio y los requisitos técnicos mínimos que garantizan que los contenidos digitales de videovigilancia sean compatibles con todos los sistemas de reproducción.
Esta norma tiene gran relevancia para la seguridad y respaldo de los consumidores y ciudadanos en general al asegurar que los videos de vigilancia cumplan su función adecuadamente.
De hecho, las autoridades del Ministerio de Seguridad afirmaron que la homologación de una norma técnica sobre este tema, viene a llenar un vacío en el medio y sobre todo en un tema crucial, como lo es la video vigilancia, recurso tecnológico para la prevención dentro del proceso de gestión de riesgos, mitigación de pérdidas y fortalecimiento de medios de pruebas en la verificación de hechos delictivos.
Desde el Instituto de Normas Técnicas de Costa Rica, seguimos trabajando activamente en los comités internacionales para que los beneficios de los videos que están aprovechando las grandes naciones, sean también una realidad en nuestro país.
Los videos se visualizan como creadores de todo un escenario global, dentro del que todos estamos inmersos y a través de los cuales podemos buscar la calidad a diario.
Sin duda, la normalización se debe celebrar. Sus beneficios y aportes a consumidores, organizaciones y al Estado es evidente y cada vez más personas se van uniendo a este movimiento que se encamina hacia una sólida cultura de calidad.
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